El presidente la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, Ricardo Monreal, inauguró los trabajos del “Primer Encuentro Nacional Digital Desafió de la justicia Mexicana”, en el que destacó que las reformas “que hoy nos convocan son de gran calado, la reforma orgánica al Poder Judicial de la Federación instrumentada con visión autocritica por la propia Judicatura y avalada por el Ejecutiva Federal”.
Monreal subrayó “es evidente que no puede haber transformación del Estado sin una profunda renovación del Poder Judicial y del aparato de justicia. Es hora de hacer frente a una de las principales demandas sociales: el verdadero acceso a la justicia para todas las personas. No permitamos la simulación. No se trata de maquillar o disfrazar la realidad”.
El también coordinador de los senadores de Morena dijo que la justicia en México ha vivido desde hace décadas un cáncer terminal conformado por la corrupción, el nepotismo y la impunidad. “Estos deleznables parásitos se han arraigado en las estructuras de los aparatos de procuración e inparticipación de justicia en todo el país y ya es tiempo de acabar con ellos”.
Refirió que el Estado tiene poco más de cinco mil órganos jurisdiccionales en todo el país. Los órganos de justicia locales y del Poder Judicial Federal de acuerdo con el Inegi resolvieron durante el último años 2 millones 300 mil asuntos. La mitad de ellos resueltos por órganos federales y la misma cantidad por los órganos locales.
Las reformas que “hoy nos convocan son de gran calado: la reforma orgánica al Poder Judicial de la Federación reconoce que los métodos de ingreso, adscripción, ratificación y permanencia en la carrera judicial exigen una profunda reingeniería de fondo y de forma”.
Monreal subrayó: “Nunca más en la Judicatura Nacional debe haber cabida para malos jueces ni para jueces mediocres, aspiramos a alcanzar el grado de excelencia en el ingreso y la formación permanente en la carrera judicial. Se requieren juezas y jueces sensibles”.
Se requiere, abundó, que en el sistema judicial el mérito sea el factor esencial del ingreso, desterrando para siempre el nepotismo y el favoritismo.