Los investigadores mexicanos que trabajan en los desarrollos nacionales de una vacuna contra el Covid-19 tendrán un acercamiento con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para manifestar su preocupación por la falta de apoyo económico a dichos proyectos y el anuncio reciente por parte del gobierno federal de la maquila de una vacuna de origen extranjero.
Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) -a la que pertenecen investigadores que desarrollan uno de los proyectos de vacuna-, expresó que si bien es importante asegurar dosis de vacuna en un estado de prueba más avanzado, también se debería dedicar un fondo fijo para impulsar los cuatro proyectos mexicanos.
Recordó que la cancillería conoce los cuatro proyectos nacionales de origen y el fundamento de cada uno, así como el avance que se tenía hasta hace dos semanas; sin embargo, no se ha recibido ninguna retroalimentación por parte de dicha oficina ni comunicación sobre si habrá recurso disponible.
“Vamos a necesitar muchas vacunas. Todo el mundo necesitará una vacuna. Y qué mejor que tener una vacuna mexicana que asegure el poder cubrir a la población mexicana”, declaró la rectora García Gasca.
En un comunicado, lamentó que México siga sin apostarle a su propio talento y a su academia. “El gobierno continúa trabajando sin voltear a ver que las universidades cuentan con expertos, el conocimiento y con el talento que pueden hacer la diferencia entre depender de la tecnología extranjera o contar con nuestra propia tecnología y ser autónomos en ese sentido”, dijo.
Respecto al proyecto de investigación de la UAQ, liderado por el investigador Juan Joel Mosqueda Gualito, la rectora informó que se encuentra en la etapa de optimización de la producción de la vacuna y la Universidad ya la ha producido en cantidades de laboratorio, inclusive se ha probado contra los anticuerpos del suero de personas que han sido expuestas al virus, con un resultado de reconocimiento del virus.
El siguiente paso sería producirla a escala piloto y pasar también a la optimización de la purificación; para poder arrancar con las pruebas de inmunidad y toxicología en animales de experimentación.
“Tenemos que ver que la vacuna, ya en vivo, sí nos genere la respuesta inmune que quiere decir, la producción de anticuerpos, que no sea tóxica y que no genere efectos secundarios adversos, eso es muy importante” explicó García Gasca, quien apuntó que una vez que se terminen los estudios in vivo arrancaría el proceso de obtener los permisos de la regulación mexicana por parte de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).