Roma. A los pasajeros de un crucero les revisaban la temperatura y hacían pruebas de Covid-19 el domingo para que pudieran abordar el primer crucero en el Mediterráneo desde la cuarentena por la pandemia en Italia.
La empresa de cruceros MSC incluyó los procedimientos, tanto para tripulantes como pasajeros, como parte de sus nuevos protocolos de salud y seguridad. El MSC Grandiosa, bautizado el año pasado, tenía programado zarpar del puerto italiano de Genoa, en el norte del país, la tarde del domingo para un paseo de siete días en el mediterráneo occidental.
A cualquiera que diera positivo, o tuviera fiebre o cualquier otro síntoma de Covid-19, se le negará el acceso, dijo la compañía. Las personas deberán usar mascarillas en elevadores y otras áreas en donde no es posible el distanciamiento social. La tripulación estuvo en cuarentena antes de iniciar el crucero.
A principios de mes, el gobierno italiano dio aprobación para que cruceros zarparan de los puertos de Italia, pero los cruceros están limitados a 70 por ciento de su capacidad.
MSC se negó a decir cuántos pasajeros iba a bordo.
Entre las escalas portuarias de Grandiosa, la principal embarcación de MSC, están Nápoles, Palermo, Sicilia y Valeta, Malta.
Malta es uno de los cuatro países mediterráneos a los que Italia ahora exige que viajeros provenientes de ahí se hagan pruebas de Covid-19.
Por ahora, MSC sólo permite subir a residentes del bloque europeo Schengen de 26 naciones, que pueden viajar sin visa.
MSC dijo que cada pasajero y tripulante a bordo recibirá una pulsera que “facilite transacciones sin contacto en la embarcación, además de ofrecer monitoreo de contacto y proximidad”.
Los cruceros y el comercio que llevan a las ciudades italianas durante las excursiones a puertos representan un importante segmento de la industria turística vital de Italia. Un estimado de 12 millones de pasajeros de cruceros llegaron o salieron de puertos italianos el año pasado, o hicieron escalas portuarias en Italia durante su viaje, según datos del sector.