Morelia, Mich. La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) determinó que la policía municipal de Morelia cometió una ejecución extrajudicial cuando el pasado 12 de agosto abatió a un joven que padecía trastorno mental.
Ese día, Julio N se metió a un domicilio equivocado en el fraccionamiento residencial Jardines del Toreo de la capital michoacana; la policía intervino porque se sospechaba de un robo.
El organismo se refirió a las declaraciones de la comisionada de seguridad de Morelia, Julisa Suárez Bucio, quien declaró, horas después de lo ocurrido, que los policías actuaron conforme al protocolo ya que habían sido alertados sobe un robo.
La CEDH calificó de irresponsable que las autoridades de seguridad municipal dieran “un veredicto a priori sobre la actuación de los policías, sin que se haya agotado la investigación, para conocer si se siguieron o no los protocolos”.
Vecinos señalaron en redes sociales que se trató de un abuso de autoridad, ya que les comentaron que Julio era vecino del fraccionamiento y padecía trastorno mental. Sin embargo, al pretender sacarlo por la fuerza, lo alteraron y en medio del descontrol un policía le disparó.
“Se analiza el uso excesivo de la fuerza, así como la obligación de investigar efectivamente los hechos por parte de las autoridades encargadas de procurar justicia, por lo que resultó evidente la falta de capacitación de los uniformados”, señaló la institución en un comunicado.