Seattle. Las autoridades federales dieron permiso a supervisores de vida silvestre en los estados de Washington, Oregon e Idaho para comenzar a matar a cientos de leones marinos en la cuenca del río Columbia con la esperanza de ayudar a las mermadas poblaciones de salmones y truchas cabezas de acero.
Desde hace mucho tiempo, los grandes mamíferos marinos se dieron cuenta que podían alimentarse de los peces migratorios en cuellos de botellas creado por represas o en donde se dirigen hacia los afluentes para desovar.
“Estos son lugares en donde los peces ya son realmente vulnerables”, dijo Shaun Clements, analista de normas del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Oregon. “Tenemos que manejar esto para que los peces puedan desovar”.
La nueva licencia permite que los estados y varias tribus nativas de Norteamérica maten a 540 leones marinos de California y 176 leones marinos de Steller en los próximos cinco años a lo largo de un tramo de 290 kilómetros (180 millas) del Columbia, desde Portland hasta la presa McNary río arriba, así como en varios afluentes. Es la primera vez que se les permite matar a los leones marinos de Steller, que son mucho más grandes.
Los leones marinos, cuyas poblaciones son en general saludables, representan desde hace tiempo un problema para los funcionarios de vida silvestre, al poner por un lado a mamíferos protegidos por la ley federal y por el otro a las protegidas — y valiosas — migraciones de peces. Para complicar las cosas, el salmón del río Columbia es una fuente de alimento clave para las orcas del noroeste del Pacífico, una población que los científicos dice que podría extinguirse si no recibe más alimento.
En las últimas décadas, las autoridades han intentado todo tipo de métodos menos letales para desalentar a los leones marinos, incluidas trampas, balas de goma y explosivos, sin éxito. Regresaban días después de ser reubicados a cientos de kilómetros (millas) de distancia.