Beirut. El Parlamento de Líbano aprobó este jueves el estado de emergencia declarado en Beirut tras la devastadora y mortífera explosión del puerto, que alimentó la rabia de los libaneses contra una clase política que juzgan responsable de la tragedia por su negligencia.
Presidida por el jefe parlamentario Nabih Berri, en funciones desde 1992, la sesión –primera desde que ocurrió la explosión– se abrió con la entrega oficial de las dimisiones de varios diputados que entregaron su curul como protesta.
Luego, el Parlamento ratificó el estado de emergencia que decretó el gobierno por dos semanas, un día después de la explosión del 4 de agosto que dejó 171 muertos y más de 6 mil 500 heridos. El voto es necesario para todo periodo superior a ocho días, según la ONG Legal Agenda.
No está claro por ahora, tras el voto, si el estado de emergencia comenzaba este jueves o si ya se considera vigente desde el 5 de agosto.
La tragedia, catástrofe de más para libaneses ya agobiados por la crisis económica, relanzó un movimiento de protesta desencadenado en el otoño de 2019 contra la clase política, acusada de corrupción e incompetencia, y ahora considerada directamente responsable de la explosión por su negligencia.
Todos sabían, incluso desde hace meses o años, de la presencia en un almacén del puerto de toneladas de nitrato de amonio desde hace seis años, según la confesión de algunos dirigentes libaneses y según fuentes de seguridad.
Más de una semana después de la explosión siguen llegando dirigentes extranjeros a Beirut, donde este jueves se espera a la ministra francesa de Defensa, Florence Parly, y al subsecretario de Estado para Asuntos Políticos David Hale, número tres de la diplomacia estadunidense.