De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en el séptimo mes del año los salarios contractuales, es decir, los que negocian los sindicatos con las empresas, tuvieron un aumento de 5.9 por ciento, que al descontar la inflación resulta en un alza real de 2.19.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en julio la inflación general fue de 3.62 por ciento anual, su mayor nivel en cinco meses.
Para Carmen Alcibar, analista de Grupo Bursamétrica, la razón por la cual dichas alzas salariales llevan más de 20 meses arriba de la inflación es porque ésta se ha mantenido en niveles bajos, lo cual ha continuado pese a la pandemia.
El periodo enero 2015-diciembre 2016, o sea, 24 meses consecutivos, aún se ubica como el lapso más extenso en que las revisiones contractuales de salarios se colocaron por arriba de la inflación.
Los datos de la dependencia indican que durante el séptimo mes del año se efectuaron 507 revisiones de salarios contractuales, que beneficiaron a 86 mil 867 trabajadores.
Desde marzo pasado, según la secretaría, como parte de las medidas extraordinarias adoptadas por la emergencia sanitaria originada por el Covid-19, se redujo considerablemente el depósito de contratos y convenios colectivos de trabajo.
Por ejemplo, en marzo se registraron 648 revisiones, cifra que bajó hasta 137 en abril, 102 en mayo y 243 en junio.
La especialista de Bursamétrica explicó que cuando los ingresos aumentan más que la inflación se traduce en mejoría del poder adquisitivo de los trabajadores, lo cual, en un momento como el actual, en el que se han perdido más de un millón de empleos, sirve para ayudar a activar la demanda de bienes y servicios.
No obstante, aclaró, para que realmente se vea reflejado en un impulso económico para el país, dichas alzas deben ser mucho más altas.
Es una buena noticia, pero los aumentos no son sustanciales porque la inflación ha estado baja. Se necesitan incrementos más fuertes para que se vea reflejado en una mejor economía.
Para los meses siguientes, la analista prevé que los salarios contractuales seguirán por arriba de la inflación, pero no por batallas que hayan ganado los trabajadores
, sino por efectos del Tratado México, Estados Unidos y Canadá, que obliga a empresas de sectores exportadores, como el automotriz, a mejorar las remuneraciones de sus empleados.