Sao Paulo. El obispo español Pere Casaldáliga, ferviente defensor de los nativos de la Amazonía y uno de los principales representantes de la Teología de la Liberación latinoamericana, murió ayer a los 92 años en Brasil, donde residía desde 1968, informó el obispado.
La prelatura de Sao Félix do Araguaia, en Mato Grosso, anunció en un comunicado que la muerte Casaldáliga ocurrió en un hospital en Batatais, cerca de Sao Paulo, donde se encontraba en cuidados intensivos por problemas respiratorios. Padecía mal de Parkinson.
Nacido en 1928 en Balsareny, en Cataluña, Casaldáliga se ordenó sacerdote en 1952 y partió en misión a Sao Félix do Araguaia, en el corazón de la Amazonía brasileña en 1968, en plena dictadura militar. Allí se opuso al régimen, a los latifundistas e incluso al Vaticano para defender a los campesinos sin tierras y a los indígenas.
Nuestra tierra, nuestro pueblo, pierden a un gran defensor y un ejemplo de vida generosa en la lucha por un mundo mejor, que echaremos mucho de menos
, tuiteó el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Casaldáliga, quien vivió bajo una amenaza constante de los asesinos a sueldo de los latifundistas, formó parte de los fundadores de la Comisión Pastoral de la Tierra y del Consejo Indigenista Misionero, dos organizaciones clave en la lucha para la reforma agraria. En 1998, el religioso sufrió en Roma un duro interrogatorio del entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, que se convirtió en Papa siete años después con el nombre de Benedicto XVI.
A finales de julio, junto con otros 150 obispos brasileños, Casaldáliga firmó una carta abierta con críticas al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro. En la misiva se aludía a la incompetencia
del mandatario y su incapacidad para gestionar la crisis sanitaria del coronavirus, que ha dejado casi 100 mil muertos en Brasil, entre ellos varios centenares de indígenas.