Ciudad de México. Representantes de los pueblos originarios del sureste del país pidieron al gobierno ser escuchados y contar con la infraestructura básica de la que carecen antes de que llegue el Tren Maya a sus territorios, en los que existe exclusión y desigualdad.
Durante un conversatorio virtual, Eduardo López Moreno, director de Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), dijo que en los estados del sureste existe una geografía de pobreza. Comentó que los datos hablan por si mismos, pues mientras que en México la población que vive en carencias absolutas de pobreza extrema es 7.4, en Chiapas es 10 veces más, mientras que el sureste uno de cada 3 indígenas vive en esas condiciones.
“Las contradicciones se han asentado también ahí, hay pobreza y exclusión en un mundo de abundancia. Hay un proyecto de unidad nacional, pero al mismo tiempo una discriminación indígena”, apuntó antes de resaltar que los pueblos originarios no tiene acceso a las reservas naturales y biodiversidad.
Agregó que con la pandemia del Covid-19, los pueblos indígenas han sido los mas afectados, pues de cada 3 personas 5 tal vez sean de pueblos originarios.
Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas dijo que el proyecto del Tren Maya “debe implementar las visiones de desarrollo de los pueblos de la región”, pues a partir de esa comunión de ideas, se puede frenar la pobreza que ha afectado a la región.
Roselia Vázquez, lideresa comunitaria e integrante de la “Comisión de Seguimiento y Verificación de Acuerdos” de la asamblea regional del proceso de consulta indígena del Tren Maya, Chiapas, destacó que esa región tiene “un retraso muy grande” en salud, justicia, educación, alimentación, bienestar.
Comentó que la región cada días se va a deteriorar mas si no le da atención, pues no han sido escuchados los pueblos originarios y con la llegada del Tren Maya se busca que se atiendan esos problemas.
Dulce Pat Puc, Coordinadora de Mujeres Mayas de Quintana Roo (CONMAYA), cuestionó la falta de recursos para atender la problemática social que viven las mujeres de ese estado, mientras que el proyecto no sufrido recortes.
“No podemos construir un tren cuando no tenemos acceso a la salud, a una vida vida libre de violencia, a la educación. No podemos traer infraestructura cuando todavía no tenemos consolidadas ni tenemos acceso a ellas”, dijo.
La representante de CONMAYA, dijo que si bien no se busca generalizar, no estan en contra del proyecto, pero es necesario atender otras cuestiones como saber qué sucederá con las tradiciones mayas, si se pretenden comercializar y como proteger el patrimonio intangible.
Quetzal Tzab González, Jefe de la Unidad de Asuntos Indígenas de la Secretaría de Justicia Social y Participación Ciudadana del ayuntamiento de Solidaridad, Quintana Roo, comentó que los pueblos originarios han sido invisivilizados, aunque relató la intención del gobierno actual para revertir esta situación.
“El Tren Maya saldará una deuda histórica con los pueblos y comunidades indígenas del sureste del país. El compromiso del gobierno de México es que conjuntamente con los pueblos indígenas diseñemos y construyamos el futuro que queremos para la región”, señaló Manuel Santiago Quijano, Director de Gestión Estratégica y Enlace Institucional del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).