Ciudad de México. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, admitió que en la relación con los mandatarios estatales ha habido fricciones pero no rompimiento y, en ese sentido, anunció una mesa de diálogo para analizar el semáforo epidemiológico, luego de que varios gobernadores piden que éste no sea obligatorio, así como la posibilidad de que éste sea regional e incluso se cambie la definición de las actividades esenciales.

En la sesión semanal virtual entre funcionarios federales y la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), comentó que en la reunión del lunes pasado con el presidente de esta instancia, Juan Manuel Carreras, se acordó consolidar una nueva etapa de colaboración para enfrentar lo que se perfila como uno de los mayores desafíos globales en la historia reciente de la humanidad.

Entre estas acciones se incluye la instalación de mesas técnicas en la Comisión Nacional de Salud para atender el tema de la gobernabilidad, en el enfoque de salud, así como plantear modificaciones a la metodología y a los aspectos cualitativos del semáforo preventivo “para ajustarlo a la realidad social, económica y sanitaria de cada entidad”.

En ese punto indicó: “con lo anterior se pone sobre la mesa la discusión sobre transitar de una naturaleza obligatoria del semáforo a otra que pudiera resultar en una que fuera más orientadora o indicativa”.

Esto puede abrir la posibilidad de que el semáforo funcione también de manera estatal o regional, dijo.

Lo anterior promovería la cooperación entre entidades cuya interacción humana y económica hace que se conformen zonas estratégicas en las que puede ser conveniente coordinar el color del semáforo.

También se platicó el lunes, añadió la secretaria, sobre la importancia de que los resultados del riesgo evaluado sean comunicados directamente a cada entidad y no de manera generalizado, “ a fin de promover un mayor rango de adaptabilidad” y equilibrio entre el riesgo económico y el sanitario.

Es así que habría también cambios semánticos en cuanto a lo que se ha definido como actividades esenciales y transformarlas en “actividades asociadas a mayor o menor riesgo”.

“La duración de la pandemia nos obliga a buscar estos cambios de significado”, señaló Sánchez Cordero, al tiempo de reiterar que las decisiones serán tomadas por consenso.

Señaló que la nueva normalidad en esta contingencia por Covid-19 requiere de la toma de decisiones complejas, tal como lo es la realidad actual, de ahí que se requiere de mucha colaboración, unidad, orden y participación de la sociedad. “Mantengamos el camino del consenso”, expresó, a partir del respeto a la auntomía de los estados.

La relación entre federación y gobiernos locales, dijo, “puede generar, como fue en un momento, dado ciertas fricciones, pero que son naturales, pero jamás un rompimiento en la unión de esfuerzos que hemos estado consolidando”.

Sánchez Cordero subrayó que hoy más que nunca es necesaria la unidad para salvaguardar la vida y al seguridad de la población.

“Los retos a los que hacemos frente son muchos. Por ello es importante que afinemos puntos en los que hemos tenido diferencias con el objetivo de lograr el consenso que esta estrategia necesita para obtener buenos resultados”, indicó.