La Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) repudió la intención del titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, de pretender “de manera unilateral, sin consenso y contradiciendo las instrucciones dadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al publicar ante la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER) el anteproyecto presidencial relacionado con el tema del glifosato”.
La ANEC, que agrupa a pequeños y medianos productores de granos básicos tales como maíz, trigo, frijol, arroz, sorgo, entre otros, exhortó al presidente Andrés Manuel López Obrador a que “se cumplan los acuerdos alcanzados sobre el tema del glifosato derivados de reuniones con representantes de varias secretarías de estado, lo cual abonará a cumplir los principios de la 4T”.
Indicó que el gobierno de la Cuarta Transformación se planteó la urgente necesidad de “rescatar al campo” y encaminar al país hacia la “autosuficiencia y soberanía alimentaria”. Añadió que “es claro que el modelo de agricultura industrial corporativa de la revolución verde no ha podido ni podrá generar alternativas. Bajo este modelo se han producido alimentos que cada vez son más dañinos y con efectos ambientales adversos para el agua y el suelo”.
Subrayó que “este gobierno se ha propuesto acabar con el influyentísimo y la vinculación del poder político con el poder económico, que en este caso representa los intereses de los socios de las empresas de semillas transgénicas, de agroquímicos, de refresqueras y cerveceras”.
Expuso que ante la pandemia del COVID-19, “desafortunadamente han fallecido más de 48 mil personas a causa de este virus, de las cuales, el 70 por ciento de estos fallecimientos, han sido por comorbilidades asociadas a diabetes, obesidad, hipertensión, entre otras enfermedades, resultado de la mala alimentación”.
Asimismo destacó que “la pérdida de la biodiversidad influye en la propagación de enfermedades donde el modelo de producción impulsado por la revolución verde y por el neoliberalismo, basado en el uso indiscriminado de insumos químicos-agrotóxicos (destacando plaguicidas, pesticidas y herbicidas) ha contribuido de manera decisiva en lo que hoy vivimos. Bajo los paradigmas productivistas, en unas cuantas décadas se combatieron los conocimientos milenarios del bien común, heredados de generación en generación por millones de campesinas y campesinos, pasando de una agricultura de conocimientos colectivos a una agricultura agotada por su dependencia de insumos externos que solo beneficiaron a unos cuantos empresarios”.
Refirió que “estamos convencidos de que no solo es urgente sino necesaria una estrategia conjunta hacia un nuevo modelo agroalimentario y nutricional, sin agrotóxicos y sin transgénicos y donde la base sea la transición hacia una producción agroecológica, misma que ha venido impulsando la Semarnat y el Grupo Intersecretarial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente Y Competitividad (GISAMAC).
Ayer la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) pidió una disculpa pública a la Sader por haber utilizado, sin su consentimiento, el nombre de su titular, Víctor Toledo, en dicho anteproyecto.
La Sader declinó exponer una postura sobre las críticas de Toledo, y confirmó que hoy en la tarde, en la conferencia de prensa de Bienestar en Palacio Nacional asistirá el titular de la dependencia, tal como estaba previsto.
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