Reginaldo Sandoval, coordinador del Partido del Trabajo (PT) en la Cámara de Diputados, demandó a Jorge Argüelles, coordinador del Partido Encuentro Social (PES), tenga honor y se disculpe públicamente por la denuncia que involucraría a los petistas en la supuesta entrega de cinco millones de pesos a cada diputada y diputado del PES por “brincar” de esa bancada a la del PT. Con esa maniobra, ésta se engrosaría y alcanzaría el número de integrantes que supere al grupo parlamentario del PRI, en su afán de conseguir la presidencia cameral, que probablemente sería presidida por Gerardo Fernández Noroña.
Al no existir la rectificación pública, de parte de Argüelles, el PT le denunciará por la vía penal, con el agravante del daño moral a ese partido y a los ex representantes del PES que se incorporaron a las filas petistas. El diputado Sandoval endureció el tono al exigir que Jorge Argüelles explique porque rompe la coalición Morena-PT-PES- PVEM, “y desea que el PRI ocupe la Presidencia de la Mesa Directiva durante el tercer año de la LXIV Legislatura”.
Mas allá del conteo del número de diputados por bancada en la última semana de este mes, la Presidencia de la Cámara de Diputados para el año legislativo que iniciará el primero de septiembre, derivará de una negociación política. Del PT se desprende como candidato a la presidencia cameral, Gerardo Fernández Noroña y de las filas del PRI, Dulce María Sauri Riancho.
No obstante, en el escenario petista, sería la bancada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), la que aportaría los votos que inclinen la balanza para uno u otro lado, según se presente la coyuntura política.
Al consultar en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), -se dijo a este diario- que se pondrá sobre la mesa la gobernabilidad de la Cámara de Diputados. A la fecha los priístas han significado a Morena un frente de negociación ante la intransigencia del Partido Acción Nacional (PAN), y así se han resuelto votaciones clave para la estrategia de los morenistas. El ejemplo más reciente fueron los votos de los priístas para avalar la reforma a la Ley de Adquisiciones.
Además, si no hubiera “chapulines” del PVEM, correspondería a Morena ceder diputados al PT para que este alcance su propósito de ganar la presidencia de la cámara mediante el número de diputados. Y si ese fuera el caso, Mario Delgado dejaría de ser presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) porque su bancada perdería la mayoría necesaria de 251 integrantes, y ese sitio la correspondería al PAN, como lo establece la Ley Orgánica del Congreso.
Así el panorama de negociación de reparto de espacios en la Cámara de Diputados no resulta halagüeño para la mayoría de Morena, que tiene en sus manos el rumbo de tercer año de actividades en San Lázaro.
