La “nueva normalidad” exige a las universidades e instituciones de educación superior “cambios profundos e inéditos” que transformen su quehacer en la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. “Los retos en el ámbito de la educación trascienden a este periodo” de la pandemia por el Covid-19, aseguró la Anuies, organización que agrupa a 197 instituciones educativas de este nivel, tanto públicas como privadas.

“Con un enfoque prospectivo y sistémico, deberán ampliar la visión hacia nuevos paradigmas de renovación pedagógica y aprovechamiento de nuevas tecnologías que favorezcan la actualización de la oferta educativa, el incremento de la calidad, la equidad, la multiculturalidad y la inclusión social”, señala en un amplio documento que contiene una serie de recomendaciones para el inicio del próximo ciclo escolar.

El texto establece como prioridad esencial, en el retorno a la “nueva normalidad”, garantizar la salud e integridad de todos los miembros de las comunidades estudiantiles, del personal académico, administrativo y directivo y de sus familias, con pleno respeto a la autonomía de las universidades que gozan de ella por ley, y a los derechos humanos y laborales.

Como conjunto de orientación para apoyar a los directivos de dichas instituciones, el documento elaborado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación superior -titulado “Hacia la construcción colectiva de la nueva normalidad en la Educación Superior”- les solicita elaborar una “hoja de ruta” para restablecer, en condiciones seguras, las actividades y el trabajo colaborativo presencial, en aulas, laboratorios, talleres, bibliotecas y demás espacios académicos.

Para ello, insiste la Anuies, es necesario que todas las instituciones elaboren, considerando sus necesidades, particularidades y su entorno, un Programa Especial para el restablecimiento de las actividades presenciales que requiera el desarrollo de sus funciones sustantivas.

Establece como condición indispensable atender las indicaciones de las autoridades del sector salud, para la reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas, así como un sistema de semáforo por regiones para evaluar semanalmente el riesgo epidemiológico.

Las medidas recomendadas van desde la limpieza habitual y desinfección de superficies de trabajo en las instalaciones y colocaciones de gel desinfectante, hasta la asistencia técnica de las autoridades de salud cuando sea el momento de un regreso escalonado a las actividades presenciales. Incluso, señala la posibilidad de convenir con el sector salud la asistencia de médicos para monitorear el estado de salud de la comunidad y asistir en los filtros sanitarios.

Además, la Anuies recomienda a las instituciones agremiadas brindar especial atención y apoyo a la población estudiantil en desventaja socioeconómica, que por carecer de los medios necesarios, no le fue posible participar en las actividades de educación a distancia, e identificar y definir los cuidados que deban darse a los integrantes de la comunidad en situación de vulnerabilidad.

En una serie de reflexiones dejadas por la pandemia, y que se expresan en el inicio y final del documento, la Anuies destaca que la crisis sanitaria les otorga la oportunidad para repensar y transformar a nuestras instituciones; replantear el propósito y el sentido de las funciones y tareas que realiza, así como fortalecer el vínculo entre el quehacer de las casas de estudio y las necesidades de la sociedad que hoy necesita, más que nunca, del trabajo generoso, solidario y comprometido de las comunidades académicas y científicas de todo el país.

“Por ello, sugerimos considerar la posibilidad de diseñar un Programa para la renovación académica, inscrito en el Plan Institucional de Desarrollo que responda a la nueva realidad del país y del mundo, buscando la salud, el bienestar y la prosperidad de las mexicanas y los mexicanos” concluye el documento de la Anuies.