Ante la decisión de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de prohibir la importación de los dispositivos de tabaco calentado, la empresa Philip Morris (PM), fabricante de uno de ellos, solicitó al organismo un diálogo con base en las coincidencias, entre ellas, que quien no fuma nunca debe hacerlo.
También planteó que la autoridad debe tomar en cuenta que hay personas que no van a dejar esa práctica, a pesar de recomendaciones y restricciones para fumar, por lo que tendría que haber otras opciones a su alcance, sobre todo si son menos nocivas para la salud.
La Administración de Alimentos y Medicinas (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos autorizó hace un mes, la venta del dispositivo de tabaco calentado de PM (IQOS) al reconocer que su uso reduce la exposición a sustancias tóxicas, mientras en México se decidió la prohibición de estos y otros productos del tabaco.
En principio, la FDA reconoció que la nueva modalidad de fumar que no genera humo porque no hay combustión de tabaco, reduce la exposición de los usuarios a las sustancias tóxicas que están asociadas al desarrollo de enfermedades, principalmente cáncer.
PM reconoció que en México la autoridad sanitaria tiene argumentos para prohibir el ingreso a territorio nacional de los dispositivos, pero solicitó que se les escuche y en un “diálogo transparente” se puedan lograr avances.
Indicó que coincide con las autoridades respecto a que las acciones de política pública se deben guiar con base en la evidencia científica. “Por eso les pedimos que evalúen las conclusiones de estudios de terceros independientes, que demuestran que el dispositivo IQOS no es igual a los cigarros ni es un cigarro electrónico: es una nueva tecnología que requiere una nueva regulación, acorde a sus propios alcances y limitaciones”, señaló Andrzej Dabrowski, director de PM en México.
Informó que hasta ahora, hay 14 millones usuarios en el mundo del dispositivo de PM, de los cuales 10 millones han dejado por completo el cigarro convencional, con la consecuente reducción en la exposición a químicos tóxicos.
Los 15 millones de fumadores adultos mexicanos “merecen tener acceso a la información sobre estas opciones y decidir con libertad y responsabilidad”, indicó el directivo.