Santiago. Una nueva protesta se registró este lunes en la región de la Araucanía, en el sur de Chile, donde la tensión se mantiene tras los violentos enfrentamientos del fin de semana entre mapuches, policías y grupos civiles antindígenas.
La marcha se realizó en la localidad de Collipulli (unos 580 km al sur de Santiago), donde la Policía dispersó con gases lacrimógenos a los manifestantes, quienes levantaron barricadas y atacaron edificios públicos, casas y locales comerciales. Más temprano fue incendiando un camión estacionado en una gasolinera, informó la Fiscalía.
"Carabineros ha informado de la detención de una persona que habría participado del incendio de un camión que se encontraba estacionado al interior de un servicentro en el radio urbano de la comuna", declaró a la prensa el fiscal, Enrique Vásquez.
Al menos tres manifestantes fueron detenidos por la Policía.
La región de la Araucanía, donde se asientan comunidades mapuches -la mayor etnia chilena- se ha visto sacudida desde hace semanas por una serie de ataques a maquinarias forestales, escuelas y el jueves pasado, el descarrilamiento de un tren de carga.
El fin de semana la tensión escaló tras el violento desalojo de cinco edificios municipales que se encontraban ocupados por indígenas mapuches por parte de la Policía, apoyados por grupos civiles que gritaban consignas antindígenas.
Grupos de mapuches ocuparon los municipios en apoyo a la huelga de hambre sostenida por el "machi" (guía espiritual) Celestino Córdova, condenado a 18 años de cárcel por el asesinato de una pareja de ancianos en 2013. Córdova busca cumplir su pena en su domicilio, para renovar su "rewe" o energía espiritual.
Dos de los cinco edificios municipales quedaron casi completamente destruidos tras los incidentes.
Después del operativo, la Policía detuvo a más de 30 personas, todas indígenas, y ninguno de los grupos antindígenas, que quebraron el toque de queda nocturno y atacaron a los mapuches desalojados.
La acción policial se produjo al día siguiente de la visita a la zona del nuevo ministro del Interior y Seguridad, Víctor Pérez, quien pidió el desalojo de los municipios y afirmó que detrás de los ataques habían grupos armados organizados.
Los mapuches reclamas desde hace décadas la restitución de tierras que consideras suyas por derechos ancestrales.