Caracas. Una alianza de partidos opositores venezolanos anunciaron el domingo que no participarán en las próximas elecciones legislativas, impulsadas fervientemente por el gobierno del presidente de Nicolás Maduro, al considerar que fueron convocadas sin aprobación del Poder Legislativo, de mayoría opositora.
Esos comicios determinarán el control de la Asamblea Nacional, la única rama de poder en Venezuela que no esta bajo el control el oficialismo y sus aliados.
“Habiendo agotado todos nuestros esfuerzos nacional e internacionalmente para que tuviéramos un proceso electoral competitivo, que garantizara el respeto a la voluntad soberana del pueblo, los partidos manifestaron que de manera unánime, decidimos no participar en el fraude electoral convocado por el régimen de Maduro”, expresaron en un comunicado los 27 partidos políticos, entre ellos los que respaldan al líder opositor Juan Guaidó.
La coalición invita a los venezolanos a unirse detrás de un nuevo impulso democrático contra lo que llaman la “dictadura” de Maduro. También instan a la comunidad internacional a unirse a su repudio al proceso supervisado por Maduro.
“Vamos a luchar unidos por elegir el destino de nuestro país”, dijo a través de Twitter Guaidó, quien en el 2019 como presidente de la Asamblea Nacional se declaró presidente interino de Venezuela y es reconocido por Estados Unidos y más de 50 países como el presidente legítimo de este país sudamericano.
“Nadie acepta imposiciones de un régimen en agonía. Desde la unidad rechazamos la farsa, ahora debemos movilizar esa mayoría que quiere vivir con dignidad”, agregó Guaidó.
Venezuela se encuentra en una larga crisis política y económica que provocó que aproximadamente cinco millones de personas dejasen del país. La otrora rica nación petrolera acusa la escasez y elevados precios de productos básicos como alimentos y medicinas, además carece de un suministro confiable de gasolina, agua y electricidad, así como un sistema de salud decente, que es especialmente frágil a medida que aumentan los casos de coronavirus.
La coalición opositora rechaza las elecciones del 6 de diciembre, citando condiciones injustas orquestadas por Maduro. Dicen que 30 legisladores de la oposición han sido despojados de inmunidad garantizada por la ley, mientras que decenas más dejaron el país por temor a su seguridad y cinco están actualmente en prisión.
El Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el oficialismo, recientemente designó a los directores del Consejo Nacional Electoral, pero ello no es reconocido por la oposición, pues es la Asamblea Nacional la que por mandato constitucional tiene la potestad de elegir a los miembros de los directivos del CNE.
El Tribunal también suspendió entre mayo y junio a las juntas directivas de los cuatro mayores partidos opositores y en su lugar designó a opositores disidentes que rechazan el boicot de los comicios.
Como condición para participar en una elección, los líderes de la oposición exigen un organismo electoral justo y observadores nacionales e internacionales calificados que supervisen todos los aspectos del proceso de votación.
Guaidó, quien buscaba forzar a Maduro a separarse del poder, no ha logrado poner fin al gobierno actual. Maduro tiene control sobre las fuerzas armadas y otras instituciones importantes. Maduro también cuenta con el apoyo internacional de Rusia, China, Irán y Cuba.
No está claro cómo Guaidó después de las elecciones mantendrá su legitimidad como presidente interino de Venezuela.
El presidente estadounidense Donald Trump, que fue uno de los primeros en apoyar a Guaidó, ha aplicado fuertes sanciones contra Venezuela, pero después de un año la confianza de Trump en Guaidó parece desvanecerse.
Sin embargo, Elliott Abrams, el representante especial de Trump para Venezuela, dijo recientemente que Estados Unidos sigue apoyando a Guaidó, y que la administración impondrá más presión contra Maduro.