La Secretaría de Economía (SE) publicó la tarde de ayer, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el acuerdo mediante el cual la Secretaría de Salud, por conducto de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), no aplicará sanciones a productores, importadores o comercializadores de productos que incumplan con los sellos negros de forma hexagonal con leyendas que adviertan sobre el exceso de nutrientes críticos (calorías, sodio, grasas trans, azúcares, grasas saturadas).
El documento señala que el proceso de verificación por la Cofepris y la Profeco no comenzará a partir del primero de octubre como se publicó originalmente el 27 de marzo pasado, sino el décimo mes del año.
Durante dos meses las autoridades buscan dar certeza jurídica a productores, importadores y comercializadores, por lo que no habrá amonestaciones, multas, clausura, arresto, suspensión, revocación, cancelación, prohibición de comercialización, inmovilización, aseguramiento, retiro del mercado o emisión de alertas.
Lo anterior se da a pesar de que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Ssa, Hugo López-Gatell, así como autoridades de la SE, aseguraron que no habría prórrogas, como buscaba el sector empresarial, pues la industria consideró que la aplicación de la norma ocurría en un mal momento, debido a los efectos económicos de la pandemia de Covid-19.
Incluso, el décimo segundo tribunal de distrito de amparo rechazó en días recientes suspender provisionalmente el nuevo etiquetado por 180 días, medida que fue solicitada por la empresa Hershey’s de México. La firma de confitería argumentó que interpuso el recurso porque consideró inoportuna
la modificación.
El sector privado, por conducto del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), se pronunció por retrasar las modificaciones tras la aprobación de la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010.
El mismo sector privado argumentó durante el procedimiento de consulta para reformar dicha norma que era necesario un proceso de dos años para poder implementar la colocación de sellos negros en sus productos, pues consideró que dicha medida es costosa para las compañías, sobre todo porque se trata de empresas micro, pequeñas y medianas (mipymes).
La iniciativa privada interpuso un amparo en contra de la publicación de la NOM-051-SCFI/SSA1-2010. Sin embargo, el vigésimo primer tribunal colegiado de circuito en materia administrativa revocó la suspensión provisional tramitada por los organismos del sector privado a principios de abril.
El texto sólo menciona una prórroga para comenzar con el cumplimiento de la nueva norma que advierte sobre el consumo de nutrientes críticos a los cuales se atribuye provocar padecimientos como sobrepeso y obesidad, que pueden derivar en otros como diabetes.
El acuerdo no plantea ninguna modificación a los plazos que deberán cumplirse estrictamente desde abril de 2021, tiempo en el que la aplicación del nuevo etiquetado deberá estar totalmente fija, sin excepciones y sin que se tenga que recurrir a pegatinas temporales.
Alivio para confiterías
Alicia Páramo Ortega, directora de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco), comentó a La Jornada que ese sector industrial está preparado para hacer el cambio del etiquetado, aunque representa una gran inversión, sobre todo para las mipymes, porque hay compañías que tienen inventarios de empaques para dos o tres años.
“Afortunadamente se ha visto en la normatividad que se pueden usar stickers y algunos se están adaptando a eso. Obtuvimos un par de meses más para lo que está en piso, sobre todo en tiendas de conveniencia, supermercado y departamentales. Se va a retirar hasta dos meses después. Eso nos está dando un respiro”, declaró.
El sector, añadió, está de acuerdo con un consumo responsable, pero consideró que no toda la confitería puede clasificarse mala para la salud. En promedio, el mexicano consume 750 gramos de chocolate al año.