Florida, EU. Dos astronautas de la NASA hacían el sábado los preparativos finales para la fase más importante de su vuelo de prueba en una nave de la empresa SpaceX: regresar a Tierra con un chapuzón frente a la costa de Florida, algo que los astronautas no han hecho en 45 años.
Doug Hurley y Bob Behnken participaron en una ceremonia de despedida el sábado en la Estación Espacial Internacional, varias horas antes de su partida en la cápsula Dragon de SpaceX, prevista para las 19.43 hora del este (0043 GMT).
A pesar de acercarse al huracán Isaías, la NASA dijo que el tiempo parece favorable para el chapuzón del domingo por la tarde en el Golfo de México, cerca de la ciudad de Panama, en Florida. Será el primer amerizaje para los astronautas desde una misión conjunta estadounidense-soviética en 1975, conocida como Apollo-Soyuz.
El regreso a casa de los astronautas coronará una misión de dos meses que puso fin a una prolongada sequía de lanzamientos espaciales de Estados Unidos, que durante todo ese tiempo dependió de los cohetes rusos para transportar a astronautas a la estación espacial, desde que finalizó la era de los transbordadores norteamericanos.
Al lanzar a Hurley y Behnken desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA el 30 de mayo, SpaceX se convirtió en la primera compañía privada en enviar personas a nuestra órbita. Ahora SpaceX está a punto de convertirse en la primera compañía en traer a la gente de vuelta desde la órbita terrestre.
“La parte más difícil fue lanzarnos, pero lo más importante es llevarnos a casa”, declaró Behnken. Un amerizaje exitoso, agregó, hará que la capacidad de lanzamiento de Estados Unidos “complete el círculo”.
El comandante de la estación espacial Chris Cassidy, que permanecerá a bordo con dos cosmonautas rusos hasta octubre, le regaló a Hurley la pequeña bandera estadounidense que dejaron los últimos astronautas que llegaron a la estación espacial desde suelo norteamericano, en julio de 2011. Hurley fue el piloto de esa misión final del transbordador.
La banderita, que también viajó en el primer vuelo del transbordador en 1981, se convirtió en un premio para la compañía privada que lanzó por primera vez a los astronautas.
La empresa SpaceX, de Elon Musk, venció fácilmente a Boeing, que no se espera que lance su primer equipo hasta el año próximo y que aterrizará en el suroeste de Estados Unidos. La banderita tendrá un vuelo más después de este: a la Luna, gracias al programa Artemis de la NASA en los próximos años.
“Estamos un poco tristes por verlos partir”, dijo Cassidy, “pero muy emocionados por lo que significa para nuestro programa espacial internacional agregar esta capacidad” de cápsulas comerciales para el transporte de tripulación. El próximo vuelo de SpaceX que llevará astronautas está previsto para finales de septiembre.
Hurley y Behnken también están trayendo de vuelta un brillante dinosaurio azul y púrpura llamado Tremor. Sus hijos pequeños eligieron el juguete para acompañar a sus padres en la misión histórica.