El gobierno de Estados Unidos se ha declarado este día “alentado” por la reducción alcanzada por México en el cultivo y producción de amapola y heroína casi una tercera parte durante el año pasado.
Sin embargo, junto al reconocimiento de esos logros, la Casa Blanca reitera su preocupación por los reportes de la continua producción de metanfetamina y fentanilo en México.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) distribuyó hacen unos momentos un comunicado de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP por sus siglas en inglés) según el cual la estimación del gobierno estadunidense sobre el cultivo de amapola mexicana y la producción de heroína pasó de 41 mil 800 hectáreas a 30 mil 400 en 2019.
“Del mismo modo, la producción potencial de heroína pura disminuyó un 27 por ciento de 106 toneladas métricas en 2018 a 78 toneladas métricas en 2019”, porcentaje que a decir de esa oficina “marca un hito al cumplir un objetivo establecido por la Estrategia Nacional de Control de Drogas de la Administración Trump dos años antes”.
Frente a estas cifras, “Estados Unidos se siente alentado por El Progreso realizado para detener la producción de heroína en México, dice el boletín al recoger declaraciones de Jim Carol, director de la ONDCP.
Tales logros en la acción mexicana, añade “se acompaña de una caída potencial del 7 por ciento en las muertes por heroína en los Estados Unidos en 2019, según los datos de sobredosis provisionales recientemente publicados” y elogia enseguida la estrategia del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump para declarar la crisis de opioides como una emergencia de salud pública en ese país.
El comunicado dice además que Estados Unidos, “reconoce los esfuerzos del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para priorizar (y) dar más medios de vida alternativos a los agricultores de las zonas productoras de drogas a través de programas sociales, como uno de los pilares de su estrategia antinarcóticos”.