Ciudad de México. El pasado lunes 27, John Ackerman escribió para La Jornada un resumen del proceso para elegir a los cuatro nuevos Consejeros y Consejeras del Instituto Nacional Electoral (INE). Sin embargo, en las referencias que hace de ellas y ellos, Ackerman olvidó mencionar tres datos fundamentales sobre Norma Irene de la Cruz Magaña, incluidos en el curriculum vitae que conoció el Comité Técnico de Evaluación: que en 2019 fungió como asesora electoral en Somalia, financiada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID, por sus siglas en inglés); en 2018 tuvo una ocupación similar en Liberia, financiada por la Fundación Internacional de Sistemas Electorales (IFES, por sus siglas en inglés); y en 2010 trabajó para el Programa Iraquí del Voto en el Extranjero, patrocinada también por la IFES.
La USAID tiene fama bien ganada de ser un frente de la CIA. La IFES, por su parte, fue creada en 1987 por un personaje de extrema derecha en el partido republicano, F. Clifton White. Asimismo, la IFES recibe la mayor parte de su presupuesto del gobierno estadunidense, y ha creado un consorcio sobre elecciones con el Instituto Internacional Republicano y el Instituto Nacional Demócrata, los cuales son brazos operativos de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés).
En un reportaje de primera plana del 31 de marzo de 1997 el diario The New York Times señaló que la NED había sido fundada por el Presidente Ronald Reagan para llevar a cabo de manera abierta operaciones que antes realizaba la CIA de manera encubierta. Algo parecido había informado Allen Weinstein, primer presidente de la NED, al diario The Washington Post el 22 de septiembre de 1991. Tales operaciones incluyen cooptar y financiar ONG, medios de comunicación, instituciones académicas y organismos autónomos.
Al respecto, puede solicitarse al buscador Google las referencias a “USAID” + CIA, o bien, “NED” + CIA. Aparecen cientos de casos, algunos de ellos muy bien documentados.
La IFES, la NED y el Instituto Nacional Demócrata, lograron establecer una estrecha relación con el Instituto Federal Electoral (IFE) y posteriormente con el INE. Menciono dos ejemplos.
Primer ejemplo. El 31 de octubre y 1ro. de noviembre de 2017, el INE y el Instituto Nacional Demócrata organizaron el Foro Internacional Debates Electorales: El reto hacia 2018. En seguimiento a dicho foro, el Instituto Nacional Demócrata asesoró al INE sobre el diseño de los debates de candidatos a la presidencia de México.
Vale preguntarse si el INE y el Instituto Nacional Demócrata buscaban a través del formato elegido -había otras y mejores alternativas- elevar sustancialmente las preferencias electorales a favor de Ricardo Anaya una vez que éste confundiese, sacara de quicio y humillara a Andrés Manuel López Obrador. Anaya repetiría lo hecho en 1994 por Diego Fernández de Ceballos, candidato del PAN: llegó al debate con cerca de 20% de preferencias, pero alcanzó más de 40% después de haber demolido a Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas.
Por cierto, ¿cuál habría sido la reacción pública al conocerse que una agencia rusa ligada al aparato de inteligencia del Kremlin asesoraba al INE nada menos que sobre el formato y realización de los debates presidenciales?
Segundo ejemplo. En 2011, el controvertido presidente del IFE en la elección de 2006, Luis Carlos Ugalde, fue becario de la NED en la ciudad de Washington. A su vez, en 2013 Leonardo Valdés Zurita recibió de la IFES, también en Washington, el “Premio Democracia Charles T. Manatt”.
Para ser un organismo “independiente”, el INE necesita más que simplemente proclamarlo. Debe serlo y parecerlo, tanto en el curriculum vitae de sus Consejeras y Consejeros, como en su labor cotidiana y las relaciones que establece con organismos y agencias de otros países.
Si el INE justificara su estrecha relación con la NED, el Instituto Nacional Demócrata, la IFES y similares argumentando que conocen todo lo relativo a procesos electorales y debates, habría que recordarle que por igual son agencias altamente especializadas en promover los intereses de Estados Unidos, desde impulsar “democracias de libre mercado”, hasta infiltrar y descarrilar candidaturas y partidos no gratos al Tío Sam.
*Miembro fundador de la Coalición por los Derechos Políticos de las Mexicanas y Mexicanos en el Extranjero.