Madrid. Cumplieron más de seis años de cárcel y todavía pesaba sobre ellos la condena de inhabilitación para un cargo público, pero finalmente el Tribunal Supremo español anuló definitivamente la sentencia contra el líder del independentismo vasco Arnaldo Otegi y de otros cuatro dirigentes que fueron procesados en el año 2012 por un presunto delito de intentar reconstruir la cúpula política del ilegalizado partido Batasuna.
La anulación de la sentencia se confirma además sólo tres semanas después de las elecciones autonómicas en el País Vasco, a las que el propio Otegi no pudo concurrir como líder de su actual formación, EH-Bildu, por la misma condena que ahora se anula.
Otegi junto a Rafa Díez Usabiaga, Arkaitz Rodríguez Torres, Sonia Jacinto García y Miren Zabaleta Tellería fueron detenidos, procesados y condenados hace algo más de ocho años por el supuesto intento de reconstruir la cúpula política de Batasuna. Era una época en la que gobernaba en España el presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero y su detención de produjo sólo unos días después de que se rompieran las negociaciones de pacificacion en aquella época, sobre todo a raíz de un atentado con furgoneta bomba por parte de la organización separatista ETA. La reacción del gobierno de entonces y de la fiscalía fue detener a Otegi y su núcleo duro, a pesar de que eran precisamente quienes intentaban avanzar en la construcción de una mesa de diálogo.
La anulación de la sentencia por parte del Tribunal Supremo es una consecuencia directa de la resolución adoptada por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo de noviembre de 2018, en la que se concluyó que los detenidos y condenados no habían tenido un juicio justo, sobre todo por la parcialidad de una de las magistradas de la Sala, Angela Murillo.
La sentencia dictada este viernes implica revocar también la condena de Otegi a seis años y medio de inhabilitación, que había sido confirmada por el Supremo, e impedía al líder vasco ser elegido como cargo público hasta el 28 de febrero de 2021. La nulidad de la sentencia también permite a los condenados injustamente a intentar reclamar algún tipo de compensación por parte del Estado.
Otegi reaccionó a la anulación de la condena a través de las redes sociales, al afimar que “se confirma que nuestro encarcelamiento fue una operación contra la paz en Euskal Herria. Hoy es el día para recordar que no existe justicia independiente en el Estado Español. Hoy es el día para recordar a los presos políticos vascos, exiliados y deportados y exigir su libertad”.