Con las elecciones de Estados Unidos cada vez más cerca, un grupo de músicos y productores firmó una carta en la que pide a los políticos que soliciten su autorización antes de usar sus canciones durante sus campañas.
La misiva, dirigida a los dos principales partidos, el Demócrata y el Republicano, fue emitida por la Artist Rights Alliance, organización dedicada a proteger los derechos de los creadores de música.
Entre los 60 firmantes se encuentran figuras como Aerosmith, Pearl Jam, Lionel Richie, Linkin Park, Mick Jagger y Keith Richards.
Esta es la única manera de proteger eficazmente a sus candidatos de consecuencias legales, innecesarias controversias públicas y el pantano moral que proviene de reclamar o involucrar falsamente el apoyo de un artista, o distorsionar la expresión de otro de manera pública de alto riesgo
, indica la carta.
Sostiene que no se trata de un problema nuevo ni de un sólo partido. Ejemplos de músicos que se quejan de eso existen desde al menos 1984, cuando Bruce Springsteen y John Mellencamp se negaron a que el ex presidente Ronald Reagan usara sus canciones Born in the USA y Pink Houses, respectivamente.
Otros que se han visto en situaciones similares son George Herbert W. Bush y Barack Obama. Sin embargo, probablemente ningún político ha recibido más quejas de parte de músicos que el actual presidente de Estados Unidos.
Entre las más recientes está la de los Rolling Stones, banda que amenazó en junio con tomar acciones legales contra Donald Trump por el uso de su canción You Can’t Always Get What You Want en sus mítines de campaña. Ese mismo mes, la familia del roquero Tom Petty emitió una carta de cese y desistimiento sobre el uso de I Won’t Back Down por el mandatario en una manifestación en Tulsa, el día 20.
Durante la carrera por la elección presidencial de 2016, Queen se quejó de que Trump caminara en el escenario con su tema We Are The Champions como fondo musical en un acto del Partido Republicano en Cleveland, Ohio.
Otros que han denunciado el uso de sus canciones son Rihanna, Adele, Linkin Park y Neil Young.
Ser arrastrado en contra de tu voluntad dentro de la política de esta forma puede comprometer los valores personales de un artista, además de decepcionar y alienar a sus seguidores con daño moral y costos económicos. Para los artistas que han elegido comprometerse políticamente en campañas u otros contextos, este uso público no autorizado confunde su mensaje y le resta efectividad
, se lee en el documento.
Los riesgos legales son claros
, sentencia la carta. Dependiendo de las leyes de cada estado y la tecnología empleada para transmitir estas obras, es posible que muchas leyes sobre derechos de autor podrían ser infringidas.
Involucrar falsamente el apoyo o respaldo de un artista o compositor es deshonesto e inmoral. Desestima la campaña, confunde a los votantes y finalmente distorsiona elecciones
, acusa.
Ha pasado con mucha más frecuencia en estas elecciones
, afirmó Ted Kalo, director ejecutivo de la Artist Rights Alliance, a Variety. En una época en que los estadunidenses se están uniendo para defender sus derechos y exigir más a los políticos y las grandes instituciones, la energía fue abrumadora. Más allá de hacerlo poco a poco, sentimos que era momento de enfrentar este problema en números con una simple petición: pedir y recibir permiso primero
.
El documento, también firmado por Blondie, Green Day, Pharrell Williams y Elvis Costello, pide a los comités de los partidos que les informen sobre sus planes para lograr dichos cambios el día 10 de agosto.