A pesar de la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que los fumadores de tabaco tienen más probabilidad de desarrollar síntomas graves en caso de padecer Covid-19, en México, Brasil, Colombia, Ecuador, Argentina y Uruguay la industria tabacalera intensificó sus acciones de promoción, publicidad y comercialización tanto de sus productos tradicionales, como los de nueva generación: cigarrillos electrónicos y de tabaco calentado, afirmaron organizaciones civiles.
En conferencia de prensa digital, Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa México, expuso que ni el incremento de contagios y de fallecimientos a causa del virus, “ha detenido a la industria tabacalera que en sus estrategias en la mayor de las veces viola la normatividad local de control de tabaco, o se aprovecha de los vacíos legales con el único objetivo de lucrar a costa de la salud pública en un contexto de extrema vulnerabilidad”.
Al presentar un informe en la materia, refirió que las organizaciones documentaron 8 estrategias que las compañías han impulsado para incrementar sus ventas: publicidad en tiendas de marcas en línea y correo electrónico; en redes sociales; publicidad indirecta a través de acciones de responsabilidad social; ofertas especiales; “grandes descuentos”; intensificaron su exhibición en plataformas de envío; realizan demostraciones del uso del producto a domicilio, y cabildean para lograr la autorización para volver a producir cigarrillos.
Ochoa dijo que ante este panorama, si bien todos los gobiernos de los países involucrados han advertido públicamente los riesgos de fumar, asociándolo con casos graves de Covid-19, además de ser un llamado para dejar de fumar, ha sido insuficiente.
En el caso de México, dijo, con excepción de las revistas y sitios para adultos así como el correo personal, la publicidad y promoción del tabaco está prohibida incluso por internet. De igual manera comerciar, vender o distribuir cigarrillos electrónicos. No obstante, la industria ha intensificado sus estrategias de marketing para la comercialización de estos productos, especialmente Vype, de British American Tobacco (BAT), y dispositivos de tabaco calentado, específicamente IQOS, de Philip Morris.
“BAT, por ejemplo, ofrece combos de Vype a precios reducidos, y durante la pandemia algunos de sus combos se han reducido hasta 83.33 por ciento del precio que tenía a inicios de año. La misma empresa promueve servicios de entrega a domicilio por Rappi, esta plataforma tiene una categoría especial del producto en su página web que es violatoria de la ley nacional”, mencionó.
En tanto, añadió, Philip Morris “reforzó sus estrategias de marketing de su nuevo producto estrella IQOS. Además de aumentar sus canales de distribución con nuevos puntos de venta, empezó a vender este producto por internet, lo cual es ilegal”.