Durante 2019 se presentó el mayor número de defensores ambientales asesinados en el mundo, con 212 homicidios. México ocupa el cuarto lugar con 18 casos, precedido de Colombia, Filipinas y Brasil, informó la organización Global Witness. Desde marzo, cuando comenzó en el país la pandemia de Covid-19, han ocurrido seis asesinatos,
La organización señaló que durante años los defensores del medio ambiente han estado en primera línea en la defensa contra las causas y los impactos del colapso climático. Han desafiado los aspectos perjudiciales de las industrias que arrasan bosques, humedales, océanos y zonas de biodiversidad. Los gobiernos y empresas no son capaces de protegerlos.
En el informe Crisis climática y amenazas contra las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente, indicó que en promedio cuatro defensores han sido asesinados cada semana desde diciembre de 2015, cuando se firmó el Acuerdo de París. Hay un alto número de personas que han sido silenciadas con ataques violentos, arrestos, amenazas de muerte o demandas judiciales.
Destacó que tan sólo en Colombia y Filipinas ocurrió alrededor de la mitad de las muertes, 64 y 43, respectivamente. Consideró probable que a nivel mundial, el número real de homicidios haya sido mayor, ya que normalmente los casos no son documentados.
Agregó que la minería es la industria con más responsabilidad, está relacionada con el asesinato de 50 personas durante el año pasado. Las comunidades que se opusieron a proyectos intensivos en carbono en la producción de petróleo, gas y carbón enfrentaron amenazas permanentes, con el fin de allanar el camino para productos como el aceite de palma y el azúcar. Además se documentaron 34 asesinatos relacionados con la agricultura a gran escala, un aumento de más del 60 por ciento respecto a un año previo.
Muchos de los peores abusos contra el medio ambiente y los derechos humanos en el mundo son consecuencia de la explotación de los recursos naturales y la corrupción en el sistema político y económico mundial.
Hay una “tendencia desproporcionada” de atacar a comunidades indígenas por defender sus derechos y territorios, a pesar de que las investigaciones demuestran que éstas, junto con las comunidades locales manejan bosques que contienen el carbono equivalente a, al menos, 33 veces nuestras emisiones anuales actuales.
Raquel Cox encargada de campañas de la organización indicó que Muchos de los peores abusos contra el medio ambiente y los derechos humanos en el mundo son consecuencia de la explotación de los recursos naturales y la corrupción en el sistema político y económico mundial. Las personas defensoras de la tierra y el medio ambiente son quienes se oponen a esto.
Caso de México
Citlalli Hernández, coordinadora de los procesos de tierra y territorio de Serapaz, sostuvo que en México el territorio está en disputa, “para las comunidades indígenas es donde realizan su vida comunitaria, tradiciones, cultura, lengua. Las empresas lo ven como el sitio donde hay recursos para extraer”. Hay zonas como Michoacán donde el crimen organizado tala hasta un pequeño árbol para hacer huacales o se siembra amapola en territorios indígenas de Chihuahua.
Recordó que desde 2006 comenzaron a crecer las amenazas y asesinatos contra los defensores ambientales. Mencionó que el actual titular de Semarnat, Victor Toledo, documentó más de 500 conflictos socioambientales, aunque se desconoce cuántos se han solucionado.
Por su parte, Manuel Celaá, también de Serapaz, explicó que desde que desde marzo, cuando empezó en México la pandemia de covid ha habido seis asesinatos. Se trata de Antonio Montes Enríquez, en Chihuahua, líder indígena y activista contra la tala ilegal; Eugui Roy Martínez Pérez, en Oaxaca, estudiante de biología y defensor ambiental; Adán Vez Lira, en Veracruz activista ambiental; Juan Zamarron Torres, en Chihuahua defensor de los bosques; Isaac Medardo Herrera Avilés en Morelos, defensor reserva natural de los venados; Paulina Gómez Palacio, en San Luis potosí, Defensora del territorio Wirikuta.