Ciudad de México. El gobierno federal impulsará la Estrategia Nacional para una Alimentación Sana con la que se coordinarán esfuerzos intersectoriales, a fin de promover y mejorar el bienestar de la población accediendo a alimentos de mejor calidad, sanos y con una producción justa, que no dañe el medio ambiente.
En conferencia vespertina en Palacio Nacional, el vocero de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, explicó los ejes centrales de la citada estrategia, que también incluirá una campaña de comunicación en medios y redes sociales para promover una alimentación “culturalmente apropiada” y fomentar la reducción en el consumo de alimentos industrializados.
Explicó que a este esfuerzo se suman las secretarias de Salud, Educación, Bienestar, Medio Ambiente, Agricultura y Economía, así como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Procuraduría Agraria, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), quienes desde diferentes programas y acciones impulsarán la recuperación de una alimentación sana, incluida la lactancia materna.
Al respecto, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, afirmó que la estrategia “no se puede ver como imposición ni la adopción de modas u ocurrencias, se trata de una iniciativa que va directamente a los principios fundamentales del programa de gobierno que tiene una visión integral del bienestar”.
En el campo de la salud, agregó, que México no es la única nación que enfrenta las epidemias de sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión, que en muchos casos, se asociación a una mala alimentación. Sin embargo, advirtió que es necesario “eliminar el mito de que la alimentación es sólo una decisión personal, porque no es así, porque las decisiones no son siempre racionales y conscientes, la publicidad tiene un factor muy importante, si no la industria alimentaria no invertiría enormes cantidad en ello”.
Enfatizó que “comemos lo que está a mano, y en México lo que tenemos más a la mano, con facilidad de acceso y asequilibilidad, es decir, con capacidad de compra, son los productos industrializados que no son saludables, incluidos los refrescos embotellados, principal fuente de excesos de azúcares y que son un elemento determinante para el sobrepeso y la obesidad”.
También destacó la importancia que tendrá en la estrategia, el impulso a la lactancia materna, la cual dijo permite al recién nacido y hasta sus dos años de vida, acceder a una alimentación sana y de calidad, pero que lamentablemente en nuestro país, “se ubica entre las naciones con las tasas más bajas de lactancia”.
Lo anterior pese a que desde hace 40 años México suscribió el Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna, con lo que se debió impulsar “políticas de Estado y cambios legales que permitieran restringir la penetración de la industria de fórmulas lácteas, que han amenazado y restringido el inicio de la lactancia materna”.
Por su parte, la secretaria del Bienestar, María Luisa Albores, enfatizó que en este esfuerzo también se participa desde los comités ciudadanos para la salud, que incluye la creación de comités para salud, agua y alimentación.