Resaltó que en el combate a la corrupción el proceso contra Lozoya es un parteaguas, un antes y después, porque ayudará a que se conozca cómo se daban las tarascadas para otorgar contratos a la empresa Odebrecht, y sobre las mordidas que se otorgaron a legisladores para aprobar la reforma energética. Pero también, subrayó, “nos importa mucho ver cómo podemos recuperar lo más que se pueda de lo robado.

“Ya hay un ofrecimiento de que por el sobreprecio que pagaron en la compra de la planta de fertilizantes, el nuevo dueño –en referencia a Julio Villarreal, presidente de Grupo Villacero, quien estableció un acuerdo de asociación con Ahmsa para capitalizarla– acepta devolver 200 millones de dólares”, aseguró ayer en su conferencia de prensa en Palacio Nacional.

López Obrador señaló que la recuperación de recursos incluye que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, está haciendo un trabajo para recobrar lo que implicados en actos de corrupción dejan en Estados Unidos cuando los agarran allá.

Se habla “de un gobernador que llegó a tener no sé cuántas propiedades en Estados Unidos y se queda allá el bien, el dinero. Nosotros estamos viendo eso, y vamos a solicitar también que haya extradiciones, o sea, que haya equidad.

Así como van para allá, que vengan y sean juzgados en nuestro país.

Destacó que es muy importante que se le dé seguimiento al caso Lozoya y que todos los mexicanos busquemos la manera de informarnos, porque como involucra a la llamada sociedad política, puede haber la intención de que pase de noche este asunto. Planteó una especie de “tribunal popular, para que todos conozcamos cuál era el modus operandi de los delincuentes de cuello blanco”.

El mandatario sostuvo que era tanto el escándalo por el caso Odebrecht que en la pasada administración se presentaron dos denuncias, creo que de la Secretaría de Hacienda y de Pemex, pero no se les dio curso. Sería cosa de preguntarle a la Fiscalía (General de la República).

El colmo, agregó el Presidente, es que se compró la aprobación de la reforma energética con sobornos a legisladores, cuando ésta sólo produjo pérdidas de miles de millones de pesos y deudas a la hacienda pública.