No obstante las previsiones y las políticas restrictivas en la mayoría de los países, las cifras últimas de los contagios y de las muertes por Covid 19 en casi cada parte del mundo –tal vez con la excepción de un número importante de los países asiáticos– ha subido en flecha en los últimos días o semanas.
Esto no significa también, se señala en los análisis más serios, que hayan sido inútiles los esfuerzos y la disciplina que se procuraron aplicar; pero también es verdad que se vive en la mayoría de las sociedades un ambiente de libertad extrema (¿de libertinaje?) que frena cualquier iniciativa a la solidaridad y a la disciplina colectiva.
Lejos de nosotros la idea de abogar por una “vigilancia” más estricta de las medidas dispuestas por las autoridades sanitarias que tienen bajo su cuidado el control de la pandemia; todos sabemos que las exageraciones en este terreno y en otros semejantes pronto podrían rozar la violación de los derechos humanos.
Equilibrio delicado pero necesario entre autoridad y humanismo, podría decir por ejemplo AMLO, para que no se rebasen los límites del buen gobierno ni los de la cooperación y solidaridad comunitarias.
Tarea nada fácil porque el hecho objetivo es que en prácticamente en todos los lugares, al menos de la esfera occidental del globo, la pandemia vuelve a tomar una velocidad que parecía descartada. No así en la mayoría de los países asiáticos, en que han vuelto a resurgir brotes del coronavirus pero que están lejos de haberse extremado, según especialistas.
Y tal cosa se debería, a lo que parece, a una contención de origen cultural, o psicológico, que llevaría a los asiáticos a una “moderación” de comportamiento no tan frecuente en los países occidentales.
Mientras comenzaban a registrarse abundantemente positivos en otros lugares del mundo, los países asiáticos pusieron pronto en marcha una serie de medidas que han hecho que la epidemia se controle. Se han registrado más de 80,000 positivos y unos 3,000 fallecimientos por el coronavirus en China, pero el número de nuevos contagios se reduce cada día de forma significativa, al tiempo que aumentan los casos de curación.
Todo en tiempo récord: "China ha cambiado el curso del brote dentro del país. Lo que era un rápido crecimiento, se estabilizó y ha comenzado a bajar más rápido que lo que uno puede esperar si hubiéramos estado observando las dinámicas naturales de este tipo de casos. Cientos de miles de casos se han prevenido en China gracias a esta agresiva intervención", aseguró este martes Bruce Aylward, jefe de la misión de expertos de la OMS en China.
Pero frente a estos ejemplos de control, tenemos las cifras que nos llegan sobre todo de los países de Europa occidental y de América Latina, y desde luego de Estados Unidos, que se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia mundial en el que habría 140 mil muertes y 14 millones de contagios por coronavirus, según el monitor de la pandemia del hospital Johns Hopkins, Según esta misma institución Brasil acumula más de 76 mil fallecimientos, el Reino Unido más de 45 mil y México que reportó, al final de la semana pasada. más de 38 mi muertes.
Al lado de estas cifras, muchas de ellas impresionantes, podemos decir que 600,000 personas han fallecido hasta el momento, de coronavirus, en todo el planeta. De acuerdo con estas cifras, el incremento de casos se acerca al récord diario de 7,280 casos alcanzado apenas la semana pasada, el 9 de julio, reportó la misma institución El país acumula 38,310 defunciones y 331,298 casos confirmados.
Debemos decir que, en México, el 11,56 por ciento de los pacientes con la Covid-19 han fallecido, por lo que es uno de los 10 países del mundo donde el nuevo coronavirus tiene mayor letalidad, según el sitio mencionado antes. Podemos decir, además, que López-Gatell presentó otra vez el semáforo de riesgo, que establece las actividades permitidas para cada uno de los 32 estados del país y que entró en vigor el lunes 20 de julio. Por ahora, 18 estados permanecen en rojo, con el nivel de riesgo epidémico máximo, mientras que los otras 14 están en naranja, considerado de alto riesgo.
Entre tanta mala noticia, diremos también, del lado positivo, que el coronavirus se ha estancado en Brasil, según la OMS, que afirmó además que el país sudamericano debiera aprovechar la oportunidad para controlar los contagios. El alza en Brasil ya no es exponencial, ha alcanzado una “meseta”, afirmó el responsable de emergencias de la OMS, Michael Ryan, en una conferencia de prensa virtual.
Tenemos pues que el globo transita en un difícil tramo al lado del desfiladero, pero que vale la pena hacer todos los esfuerzos posibles para controlar la pandemia, ya que en ello puede ir el destino de la humanidad. Ojalá, como resultado de la misma, nuestras sociedades aprendan a dejar de lado un poco de su tradición individualista radical en favor de una cierta dimensión social del comportamiento, de reconocer más aún los valores de la solidaridad y de abandonar la desmesura del individualismo, de dejar de lado un poco los valores del sujeto único en favor del reconocimiento de los valores únicos de la comunidad que también vivimos.