Ciudad de México. El próximo domingo 26 de julio comienza el regreso gradual al culto público, confirmó el cardenal Carlos Aguiar Retes.
El titular de la Arquidiócesis Primada de México exhortó a los párrocos y los presbíteros en general a que ofrezcan la primera misa con presencia de fieles, del próximo domingo “por todas las personas que han fallecido a causa de la pandemia, por las familias en duelo y por el personal de la salud de nuestra ciudad”.
Fue el 25 de marzo pasado cuando la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a suspender el culto público con presencia de feligreses ante el avance del Covid-19 en el país.
Hoy, después de conocerse que la Ciudad de México continuará en semáforo naranja, Aguiar Retes recordó a los párrocos que los templos sólo podrán tener un aforo de 20 por ciento de asistentes y que lo que debe priorizarse es la salud de los feligreses.
“Las autoridades civiles han iniciado ya el proceso del retorno gradual a las actividades de la sociedad en general. Como Iglesia, retomaremos parcialmente la vida y participación en parroquias, centros de pastoral y demás ámbitos, en donde cada uno desarrolla su actividad.
“En acuerdo con las diversas instancias gubernamentales y sanitarias, iniciaremos el proceso gradual para la reapertura del culto público a partir del próximo domingo 26 de julio”.
Advirtió que “los templos que se encuentran en las colonias de alto nivel de contagio, señaladas por el gobierno de la CDMX con semáforo rojo, tendrán que esperar un poco más de tiempo para la reapertura del culto”.
Llamó a los “ancianos, enfermos y mujeres embarazadas” a que continúen participando en las ceremonias religiosas por medios digitales, en radio o en televisión.
“Esta decisión de reapertura es una magnífica oportunidad para testimoniar nuestra responsabilidad en el cuidado de la salud y el respeto por la vida; por ello los exhorto a observar las necesarias exigencias que están descritas en el protocolo previsto y bajo cuya guía ustedes ya han preparado sus respectivas parroquias (Orientaciones y criterios para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas con asistencia de fieles).
Destacó que las opciones que tomen los feligreses y sacerdotes “han de estar marcadas por el especial cuidado para preservar la salud y la vida, valores primeros y supremos que siempre debemos respetar; de ahí la importancia de no superar 20 por ciento de la capacidad de los templos parroquiales y observar las medidas higiénicas ya conocidas ampliamente”.
Detalló que cada comunidad parroquial y decanato tienen un contexto social distinto ante la pandemia, por ello, según lo indiquen las condiciones concretas en su entorno inmediato, serán diferentes los tiempos para la reapertura. “Bajo esta indicación, de manera responsable, gradual y opcional, cada responsable de la parroquia, rectoría o capilla, en diálogo con el respectivo Vicario Episcopal Territorial, decidirá la fecha y modos precisos para retomar las actividades, de manera que los feligreses, también con responsabilidad y gradualidad, analicen y decidan cuándo y en qué forma se reincorporarán a las actividades litúrgicas y pastorales”.