Debido a su lucha en contra del proyecto de “revivir” el Acueducto Independencia, así como a su exigencia de que se les otorgue algún tipo de compensación por el uso de sus tierras para la instalación de autopistas, vías férreas y cables de fibra óptica, la tribu yaqui está siendo blanco de una campaña “de odio” en redes sociales y algunos medios informativos, señaló el vocero del pueblo de Vícam, Sonora, Mario Luna.
En entrevista con La Jornada, el líder yaqui explicó que la mencionada campaña inició hace más de 15 días y tiene como trasfondo la negativa de esta etnia de aceptar el llamado “acuaférico” que la alcaldesa de Hermosillo, Célida López, pretendía impulsar para aprovechar el agua que se encuentra en territorio de los pueblos indígenas, y el cual finalmente no fue aprobado por el Congreso local.
“Esta campaña de odio, fomentada en redes sociales y algunos medios, ya la vivimos en diferentes etapas, entre ellas cuando estaba el gobernador Guillermo Padrés y defendimos el agua contra el Acueducto Independencia. En esas fechas, cuando me toman prisionero, el procurador de justicia (Rodolfo Montes de Oca) anunció una ‘cacería de yaquis’, como si fuera el viejo oeste”, recordó.
En ese entonces “nos tacharon de drogadictos, borrachos y flojos, y lo mismo sucede ahorita, vemos ccómo el libreto se está repitiendo. Esto empezó en redes sociales, con perfiles falsos que hablaban mal de mí, y a la semana sale la alcaldesa anunciando que va a construir el ‘acuaférico’, que nosotros conocemos como el ramal norte del Acueducto Independencia, derrotado en tribunales, pero que sigue existiendo”.
La inconformidad por dicho tema, indicó Luna, se juntó con otras reivindicaciones de la tribu yaqui, en particular con el reclamo de que el Estado mexicano le otorgue alguna compensación por el uso de partes de su territorio donde se construyó la carretera federal México 15 y algunos tramos de vías de ferrocarril, además de tenderse cables de fibra óptica, sin que las autoridades les compensaran por ello.
“Las vías del ferrocarril son privadas y no se le consultó al pueblo yaqui para vender esa infraestructura, aunque está en nuestras tierras. También la línea de fibra óptica de Telmex pasa por nuestro territorio y no nos dan ningún servicio adicional ni compensación por su uso. La tribu está retomando sus demandas y prioridades, quizá de la mejor forma, pero muchos grupos al interior se están moviendo y el gobierno federal no halla cómo entrarle”, dijo.
A decir del vocero yaqui, el carácter racista de la campaña en contra de la etnia tiene que ver con “un sentimiento reprimido de no podernos despojar de nuestra dignidad. No pueden concebir que nuestro pueblo tenga su propio territorio, a pesar de que nos tachan de incultos, de no tener educación, de ser flojos. Somos un pueblo que tiene una historia y un territorio propio desde hace más de 4 mil años, y tal vez esa legitimidad e identidad tan fuerte con nuestra tierra es lo que le molesta a quienes se sienten superiores por sus grados académicos y su color de piel”.
Los ataques y las campañas de odio contra los indígenas ocurren además en un contexto muy complejo, en el que la pandemia de Covid-19 “llegó tarde” a territorios yaquis, sin que haya información suficiente al respecto y sin una infraestructura sanitaria que pueda contener el avance de la enfermedad, lamentó el portavoz de Vícam.
“Ya van más de 50 personas fallecidas con síntomas de Covid-19, y creemos que en realidad podrían ser más de 300, lo cual es todo un mundo para una población de entre 30 mil y 40 mil personas. Dos meses después de que se contagió toda Sonora, el virus empezó a llegar a territorio yaqui. Llegó tarde, cuando nadie lo esperaba y nos agarró desprevenidos”, admitió Luna.
El dirigente subrayó que en las tierras de la etnia no ha habido campañas de información y prevención, ni equipamiento en los hospitales. “Somos una región aislada y no había casos. Hasta el tercer mes empezó a haber contagios y ahorita la política de salud es que cada quien le haga como pueda”.