Ciudad de México. Sólo en el primer mes de la crisis efecto de la pandemia de Covid-19, los ingresos de 16.7 millones hogares en México fueron afectados, ello se debe a que en tres cada 10 viviendas al menos un integrante de la familia perdió su empleo y a reducciones salariales, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En abril, entre las personas que perdieron su empleo y no intentaron conseguir uno nuevo en el marco de la pandemia, los desempleados buscaron ocuparse y quienes no habían ingresado al mercado laboral, había un déficit de 15.7 millones de trabajos para personas mayores de 18 años.
Inegi lanzó en videoconferencia de prensa tres herramientas adicionales con las que da seguimiento a los efectos de Covid-19 en la economía mexicana. Uno de ellos, la Encuesta Telefónica sobre Covid-19 y Mercado Laboral (ECOVID-ML), que es complementaria a la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo, difundida en junio.
Edgar Vielma, director de Estadísticas Sociodemográficas del organismo, detalló que la pérdida de ingresos en esos 16.7 millones de hogares –que representan 65 por ciento de los que hay en el país– se tradujo también en que 37.4 por ciento, es decir, 6.2 millones de quienes se vieron en esa situación vendiera sus bienes, pidiera prestado o consumiera sus ahorros.
Una de las cosas que caracteriza la condición laboral en el marco de la pandemia son los ausentes temporales, un grupo de 7 millones 200 mil trabajadores que no se consideran desocupados porque siguen manteniendo el vínculo laboral, al menos de palabra o se autoemplean.
Seis de cada 10 fueron suspendidos sin pago completo
Entre los 6 millones 100 mil ausentes temporales que estaban sujetos a un empleador, seis de cada 10 vio afectado su ingreso. Sólo cuatro de cada 10 recibió sus remuneraciones completas, a cuatro le dieron sólo una parcialidad de su pago y en dos casos de cada 10 se asume que la persona volverá a trabajar ahí, pero no se le dio ningún soporte económico.
Otra parte de los afectados son los trabajadores independientes para los cuales, cuatro de cada diez tuvo una afectación directa por el Covid-19 y tres de cada 10 resintió la falta de clientes dada la menor movilidad y pérdida de actividad económica. No obstante, también dos de cada 10 dijo no tener problemas por la crisis.
Mientras en la suma de los 32 millones 900 mil personas que se asumió como ocupadas, 23 por ciento trabaja desde casa, 42 por ciento disminuyó su jornada de trabajo, 46 por ciento su ingreso y sólo 5 por ciento recibió algún apoyo del gobierno.
Además de las presiones ya existentes entre quienes se mantienen vinculados a un trabajo, hay 5 millones de personas más que no tienen trabajo, no buscan uno debido a la circunstancia actual, pero que cree que regresarán a trabajar una vez que termine la contingencia sanitaria.
De ellos, antes de la pandemia 46 por ciento eran trabajadores subordinados y remunerados; independientes, 53 por ciento; 22 por ciento recibió apoyo de algún familiar para paliar la crisis y 92 por ciento no tiene acceso a servicios de salud.
Un efecto más puntual de cómo afecta la pandemia el ingreso y gasto en las familias se expondrá vía la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que se levantará entre agosto y noviembre de este año, pero se publicará hasta el año siguiente.