Río de Janeiro. El regreso a las clases presenciales en Brasil pone en riesgo a más de nueve millones de adultos y adultos mayores de contagiarse de Covid-19 por su contacto directo con estudiantes, según un estudio de Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), que se difundió este miércoles.
"El regreso de las clases puede representar un peligro añadido para cerca de 9.3 millones de brasileños (4.4 por ciento de la población total), que son ancianos o adultos con problemas crónicos de salud y que pertenecen a grupos de riesgo de la Covid-19", alertó la Fiocruz.
"Esto porque viven en la misma casa que niños y adolescentes en edad escolar (de 3 a 17 años)", comentó la institución.
Para hacer los cálculos, la Fiocruz tuvo en cuenta la Investigación Nacional de Salud de 2013, realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, junto al Laboratorio de Información en Salud de la propia dependencia.
Brasil debate desde hace semanas el regreso a las clases presenciales, tanto en escuelas como en institutos y universidades, tras la paralización decretada por el coronavirus.
Varios estados y municipios han anunciado de forma gradual un plan para el regreso de las clases.
La ciudad de Manaos, capital del estado de Amazonas (norte), fue la primera capital del país en autorizar el regreso a clases en la red privada de educación y con fuertes medidas de seguridad y distancia entre alumnos.
Al menos nueve estados y el Distrito Federal anunciaron en los últimos días sus planes para el regreso a clases presenciales en la red regional de educación hasta septiembre.
No obstante, el regreso a clases cuenta con la oposición de médicos y sindicatos de profesores, que exigen garantías sanitarias para no infectarse por la Covid-19.