Ciudad de México. El detective Héctor Belascoarán Shayne regresa a las andadas, casi 45 años después de su primera aparición, en 1976, y a 27 de la más reciente, en 1993. Editorial Planeta acaba de reeditar la colección de novelas protagonizada por ese personaje, uno de los más emblemáticos y conocidos de la narrativa policíaca mexicana.
En la actualidad se encuentran disponibles en librerías y en formato electrónico seis de los nueve títulos que conforman esa saga (entre ellos Días de combate, Cosa fácil, Algunas nubes y No habrá final feliz), y se anuncia que en el transcurso de las siguientes semanas aparecerán los tres restantes.
El autor de las novelas y creador de este detective, el escritor Paco Ignacio Taibo II, confirma que existe el proyecto de producir una serie para una plataforma en streaming, aunque aclara que es un tema del que no puede hablar aún.
Según el también activista y director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Belascoarán nunca se ha ido de las librerías, a pesar del paso de los años. Incluso, destaca que algunas de las nueve novelas llevan hasta más de 25 ediciones.
Ese personaje continúa siendo atractivo para “la vieja guardia de lectores” y las nuevas generaciones: “De alguna forma los libros siguen funcionando, no son novelas que envejecen y que al separarse de lo coyuntural dejan de tener fuerza. Quizá porque la saga tocaba en su día de una manera bastante radical y confrontada los temas que siguen siendo de nuestro tiempo”.
Son historias que tienen que ver con la frontera y su locura, desde un chino que se brinca la barda nueve veces en Mexicali hasta los campos de siembra de mariguana con prostitutas llevadas desde Zacatecas; la violencia contra las mujeres; una relación amorosa entre dos profesionales de lucha libre que son gays; la problemática de los maestros de Oaxaca y cómo el gobierno los involucra en una situación criminal falsa; los halcones y el crimen de Estado; y cómo un ex Presidente se roba el penacho de Moctezuma.
“Los temas que tocaron las nueve novelas están íntimamente conectados con la actualidad del país. Me da gusto que Belascoarán regrese a la búsqueda de una nueva generación de lectores”, comenta en entrevista Taibo II, quien rememora que ese singular personaje, hijo de un marinero vasco y una cantante irlandesa, se hizo investigador privado en un curso de correspondencia, tras abandonar la ingeniería.
El autor niega sentirse triste o preocupado porque las historias abordadas en esa saga sigan vigentes a casi 45 años de la aparición de la primera entrega, Días de combate.
“Si las historias resisten el paso del tiempo, según los lectores, no me inquieta que el país siga teniendo los mismos demonios o parecidos. Estas novelas han sido una crónica de un México donde el crimen era de Estado, un crimen de arriba hacia abajo, no el cuate que te robaba la bolsa del supermercado con un desarmador; era el sistema, y eso se dice en los libros, y sigue teniendo una vigencia extraña, pero real, espero”, explica.
Y también aclara que aún no ha decidido jubilar a Héctor Belascoarán, aunque acepta que ha tratado de escribir una novela más de él y no le sale.