Ciudad de México. Los problemas de nutrición infantil no solo afectan a la salud de niños y niñas, sino son un riesgo para la economía y la productividad del país, dijo Ary Pérez Jaramillo, presidente de la Asociación de Neonatología de Puebla.
El pediatra —subespecialista en neonatología— comentó que los riesgos asociados a la salud tienen un costo elevado que se traducirá en enfermedades crónico degenerativas, lo que provocará que los países deban invertir más recursos en la materia para solventar el problema.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), 44.5 por ciento de los hogares en México se identifican con una buena alimentación, mientras que el resto no. Sin embargo, 22.6 por ciento presentan mala, moderada o severa alimentación, mencionó el especialista.
El sector urbano de la población representa 25 millones de hogares. Poco más de la mitad de ellos reportaron mala alimentación, dijo.
Una mala nutrición puede provocar que el desarrollo de niños y niñas a largo plazo impacte en su metabolismo y lleguen la etapa adulta con problemas crónicos, mencionó.
Esto provocará que el país eleve sus gastos para atender a este tipo de población. Son costos extras que el Estado deberá asumir, dijo.
Los niños y las niñas que no son alimentados por la madre o que pierden a temprana edad la lactancia, son más propensos a sufrir diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, aclaró.