Buenos Aires. A 26 años del atentado contra la Asociación Mutual Israelita-Argentina (AMIA), el 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos, centenares de heridos y millonarios daños materiales, el presidente Alberto Fernández sostuvo que la búsqueda por la verdad y la justicia es un imperativo moral que debe unirnos a todos contra la impunidad, y que es una deuda que los argentinos deben saldar.

Debido a la cuarentena que rige aún en esta capital y que comenzará a flexibilizarse gradualmente el próximo lunes, no se pudo realizar el acto de recordación y reclamo que reunía a familiares autoridades y otras instituciones de la comunidad judía ante el reconstruido edificio de la AMIA, en esta ocasión hubo homenajes y discursos vía virtual.

En su cuneta de Twitter, el mandatario habló de las frustraciones de todos estos años en búsqueda de la justicia después de mantener una reunión pública el pasado 16 de julio con Dina Siegel Vann, directora del Comité Judío Estadunidense, a la que explicó la situación de una causa que acumula más de 500 expedientes y que ha tenido tantas interferencias a los largo de la investigaciones.

En este caso también se habló del Memorádum de Entendimiento firmado entre las cancillerías argentinas e iraní, en 2013, que logró la aprobación del Congreso Argentino y que intentó que los jueces a cargo de esta causa junto a observadores internacionales de alto nivel pudieran viajar a Teherán para indagar a funcionarios y diplomáticos de Irán, acusados, sin pruebas por Estados Unidos e Israel del atentado contra la AMIA.

Esta acusación surgió casi la misma noche del atentado, por estos dos países sin investigar nada. El memorándum fue como una última acción que respondía a la necesidad de terminar un conflicto y escuchar a los acusados debido a que en Irán no existe tratado de extradición. Pero el gobierno de Israel se opuso a esta tentativa de llegar a la verdad.

Fernández explicó a la enviada que cuando en algún momento se buscó un acuerdo con Irán en ese Memorándum, que admitió haber criticado “en el fondo fue la búsqueda de tratar de destrabar el problema que existía de que no enviaban a los acusados a declarar y a encontrar una solución”.

El actual presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum, volvió a reclamar el esclarecimiento del atentado al advertir que “vivimos en impunidad” por lo que y aseguró que la organización libanesa Hezbolá “amenaza”.

En la misma línea, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, recordó la conmemoración de dos ataques de Hezbolá respaldados por Irán, uno el atentado contra la AMIA en 1994, y otro en Bulgaria en 2012.

Sostuvo que su país sigue ejerciendo una presión máxima sobre Teherán, reclamando que se les unan en este caso “las naciones responsables”.

Es esta posición la que ha impedido llegar a la verdad y la justicia, y en estos días se ha renovado la presión de ambos países “para utilizar este atentado terrorista y justificar su política contra Irán” como han denunciado investigadores tanto abogados como periodistas que en Argentina, han aportado suficiente datos en varios libros que también han sido agregados a la causa.