Ciudad de México. México se enfila a perder el grado de inversión en 2021, debido al incremento de la deuda, de un mayor gasto que no ha priorizado proyectos rentables y a menores ingresos dada la contracción de la economía, informó Bank of America en un reporte a sus inversionistas.
Se espera que el balance primario –ingresos menos gastos- termine con un déficit de 3.6 por ciento y la deuda lo haga en 60 por ciento del producto interno bruto (PIB), amplió.
Pese a la narrativa de austeridad, al corte de mayo, el gasto del sector público es 4.6 por ciento mayor al incremento de 0.7 por ciento proyectado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; mientras los recortes en los salarios y otros gastos operativos no han sido suficientes para compensar el aumento de lo erogad en Petróleos Mexicanos y la refinería de Dos Bocas, amplió el banco de inversión.
Además de la escalada de los gastos frente a los ingresos, la deuda está proyectada a incrementar a 60 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB), por arriba del 45 por ciento de 2019.
“El deterioro fiscal sumado a una recuperación económica muy débil podría llevar a las agencias de calificación a rebajar a México a alto rendimiento en 2021”, es decir, a bono basura.
De acuerdo con BofA, el 40 por ciento del gasto presupuestado fue erogado en los primeros cuatro meses del año, lo que implica contraerlo más en la segunda mitad del año para acercarse a lo proyectado por la Secretaría de Hacienda, medida que afectará más el crecimiento económico, advierte.
Además, dada “la gran contracción en la actividad económica este año (-10 por ciento) y la débil recuperación el próximo año (2 por ciento)” los ingresos de gobierno también se verán afectados.
“México tiene un problema fiscal estructural con ingresos sistemáticamente inferiores a los gastos” y necesita aproximadamente 3 por ciento del PIB en ingresos fiscales adicionales por año para volver a los superávit primarios por encima del 1 por ciento del PIB y estabilizar la deuda.
“La clave para resolver la compensación desfavorable que enfrenta el gobierno es gastar de manera productiva; en políticas para ayudar a individuos y empresas a hacer frente al impacto económico de la pandemia o en proyectos que aumenten la productividad de México, o en ambos podría inducir una recuperación económica más fuerte que ayudaría a la dinámica de la deuda”, amplió.