Ciudad de México. Según el Congreso Agrario Permanente (CAP), la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC) y el movimiento campesino El Campo es de Todos, a año y medio que arrancaron 17 nuevos programas sociales establecidos por la administración federal, los resultados de los esquemas son exiguos.
Isidro Pedraza Chávez, representante de El Campo es de Todos y de la UFIC y Juan Carlos Ramírez, coordinador del CAP en el estado de Hidalgo, señalaron que el Programa de Fertilizante “no logra el objetivo de incrementar los rendimientos de los cultivos; Sembrando Vida no introduce a la población a la línea de bienestar rural y Producción para el Bienestar solo mantiene la baja productividad de los pequeños y medianos productores debido a la falta de liquidez”.
Pedraza, anunció que este mes se realizará un foro nacional con organizaciones sociales; académicos vinculados al medio rural, líderes sindicales y legisladores federales para analizar los programas gubernamentales para el agro.
En dicho encuentro se analizarán los programas Sembrando Vida, Fertilizantes y Jóvenes Construyendo el Futuro, “ya que no funcionan como se esperaba a pesar de los recursos invertidos”.
El dirigente de UFIC dijo que “sólo 70 por ciento de las tierras agrícolas del país se fertilizan, lo que equivale a 15 millones de hectáreas de un total de 21.5 millones que se cultivan a cielo abierto” y añadió que del total del fertilizante consumido en el sector agrícola nacional, sólo “25 por ciento” proviene de producción interna y el resto de las importaciones.
Ante esta situación, llamó al titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula a “verificar los resultados de su programa, pues insistir en proporcionar directamente el fertilizante es una acción dudosa y sin resultados visibles para la producción como lo demuestra la realidad en el estado de Guerrero a nivel estatal y municipal.
Sostuvo que dicho programa “no garantizará las metas nacionales del Plan Nacional de Desarrollo en materia de autosuficiencia alimentaria y las cuales establecen que el país alcanzará la autosuficiencia alimentaria de maíz y frijol en 2021, y de arroz para el año 2024”.
Sobre el Programa Sembrando Vida, consideró que es pertinente profundizar en el diagnóstico “si el impulso a plantaciones agroforestales donde se combinan cultivos anuales tipo milpa básicamente para el auto abasto, árboles frutales que en pocos años producirán para el autoconsumo y la comercialización, y árboles maderables que constituyen una inversión de largo plazo, es o no un modelo consistente para generar ingresos, aumentar producción y recuperar tierras hoy deforestadas o degradadas”.
Respecto al Programa Producción para el Bienestar consideró que “un número limitado de productores tienen la posibilidad de acceder a los componentes para mejorar su productividad”.
Ramírez, planteó el gobierno estatal “implementar un plan emergente para apoyar a productores, pues señaló que pese al anuncio de acciones económicas como seguro de desempleo y el adelanto de las becas Benito Juárez e instrumentar algunos apoyos para el campo, son insuficientes ya que se trata de paquetes familiares: tres borregos, tres lechones, gallinas ponedoras y herramienta, que se han entregado selectivamente enfocados a ciertas organizaciones con claros tintes electorales”.