Ciudad de México. México es el quinto país donde más trabajadores de la salud han perdido la vida a causa de la atención que brindaban a pacientes infectados de Covid-19, reveló Amnistía Internacional (AI).
El organismo presentó un informe Expuesto, acallado y atacado, en el que documentó las experiencias de las personas trabajadoras de la salud en todo el mundo a raíz de la pandemia.
De acuerdo a los datos sobre muertes de estos profesionales, el análisis asentó que Rusia es el país con mayor número de personal de salud fallecido, con 545 especialistas; seguido de Reino Unido con 540 y Estados Unidos con 507.
En cuarto y quinto lugar aparecen Brasil y México, con 351 y 248 muertes entre profesionales de la salud que atendían el Covid-19. En Italia se han reportado 188 decesos entre estos profesionales, 11 en Egipto, 91 en irán, 82 en Ecuador y 63 en España, de acuerdo con el informe de AI.
“Los gobiernos deben rendir cuentas por las muertes de las personas trabajadoras de la salud y de servicios esenciales a quienes no han protegido de contagios por Covid-19”, enfatizó la organización civil de derechos humanos más grande del mundo.
Actualmente no existe un seguimiento mundial sistemático de cuántos trabajadores de la salud y de servicios esenciales han muerto después de contraer Covid-19. Sin embargo, AI recopiló y analizó una amplia gama de datos disponibles, de acuerdo con los cuales más de 3 mil profesionales de la salud han muerto después de contraer la enfermedad en 79 países de todo el mundo. Aunque, “la cifra podría implicar una subestimación significativa”.
“La situación es alarmante. AI documentó casos de personal de salud que denunció problemas en las medidas de seguridad tomadas en el contexto de la respuesta al Covid-19, y que fue objeto de represalias, que van desde el arresto y la detención, hasta las amenazas y el despido”.
Frente a ello, y con la pandemia acelerándose en muchos puntos del orbe, la organización internacional urgió a los gobiernos a tomar en serio la salud y la vida de los trabajadores de la salud y de servicios esenciales.
Para esta investigación, AI habló con decenas de médicos, enfermeras, trabajadores sociales y otros, quienes alertaron por la grave escasez de Equipo de Protección Personal (EPP), esto se reportó en casi todos los 63 países y territorios estudiados por la organización, incluidas naciones “que aún deben pasar lo peor de la pandemia”, como India y Brasil y varias de África.
“Un doctor que trabaja en Ciudad de México dijo a AI que las y los médicos gastaban alrededor del 12 por ciento de su salario mensual en la compra de su propio EPP”, apuntó.
Las restricciones comerciales pueden haber agravado este problema. En medio de la pandemia, en junio de 2020, 56 países y dos bloques comerciales (Unión Europea y Unión Económica Euroasiática), establecieron medidas para prohibir o restringir la exportación de algunas o todas las formas de EPP o sus componentes. Esto contribuye a exacerbar la escasez en los países que dependen de las importaciones, señaló Sanhita Ambast, investigadora y asesora de AI sobre derechos económicos, sociales y culturales.