Tal vez nunca antes en los viajes presidenciales a Washington se había discutido la conveniencia o no de la visita del presidente mexicano a la Casa Blanca. ¿Una muestra más de la polarización que vive México? probablemente, ya que los partidarios de la negativa llegaron a los extremos de la majadería, por supuesto, con muy honrosas excepciones como el artículo de Bernardo Sepúlveda, centrado en los argumentos, y que se publicó en estas mismas páginas hace poco más de una semana), aún cuando una encuesta mostró que la mayoría de los mexicanos (59% apoyó el viaje mientras sólo el 41 % se oponían al mismo).
Entre las expresiones favorables a la visita presidencial a Washington, encontramos la opinión de Porfirio Muñoz Ledo, quien nos dice, por ejemplo, que con el discurso que emitió López Obrador en la Casa Blanca “se volvió a poner la banda presidencial, no habló como líder de un partido político, tomó una línea que todos esperábamos, no de polarización sino de unidad nacional” Desde luego, calificó el discurso y la visita de AMLO a la Casa Blanca “como una proeza diplomática porque Trump no habló de lo que piensa, sino lo que debe decir, en cambio López Obrador dijo exactamente lo que piensa y creo que lo que pensamos todos los mexicanos”.
AMLO no olvidó nunca que el encuentro se debió al arranque del T-MEC, que cambió por una razón “porque la no asistencia inteligente de Trudeau convirtió la reunión en una bilateral para que AMLO debatiera directamente con Trump, sin “ninguna compañía”. Muñoz Ledo dijo que había participado en un buen número de veces en la confección de discursos como éste, “pero el de AMLO, es el discurso más completo y esclarecedor que he oído de un presidente de México en Estados Unidos, no perdió ni un momento la compostura, desarrolló muy bien la cuestión económica, y luego fue al fondo de las cosas, habló de agravios históricos, que es un tema muy importante, y no es una simple frase diplomática”.
Por lo demás, la prensa recuerda que el presidente Trump calificó como “excepcional” la visita que realiza su homólogo de México Andrés Manuel López Obrador, a pesar de adversidades y de apuestas en contra, pero ambos han tenido una muy buena relación desde el principio, por lo que ya han aprendido a =E2no apostar en contra de nosotros”. Donald Trumpo se refirió también, en términos muy elogiosos, al trabajo de los mexicoamericanos que han contribuido muy ampliamente a la prosperidad de ese país: “En todos los Estados Unidos se siente la contribución extraordinaria, en la industria, en todas las comunidades de nuestra nación, el comercio, la ciencia, en todos lados, el pueblo de México es valioso”. Señaló además que son parte de cuerpos de policía y de las fuerzas armadas”.
Y añadió: “Reflexionemos sobre lo que han logrado nuestros pueblos en conjunto a través de varias generaciones, y aprovechamos las oportunidades que se nos presentan en el futuro. Estamos en una región que toca ambos océanos y estamos bendecidos con las personas más talentosas del mundo, que tiene que ser con los pueblos”. Y, para finalizar, otra frase de enorme cortesía: “AMLO es una gran persona, es un honor tenerlo entre nosotros”.
Pienso realmente que, pese a advertencias múltiples, la visita de AMLO a Washigton resultó favorable a México y al Presidente de nuestro país.=Se evitó, desde luego, cualquier rispidez que era posible y probable con un anfitrión=como Donald Tremp, que se ajustó inesperadamente a los lineamientos fijados por AMLO para la entrevista: hablar sólo de las coincidencias y no de las diferencias que hubieran dado lugar, sin duda, a un intercambio áspero que no resultaba conveniente para ninguna de las partes. Una vez más se mostró la capacidad y la intuición política de AMLO, que pese a las advertencias, encontró la forma de resolver sin tropiezos los problemas latentes de una entrevista como esta.
Por supuesto que, todo indica, los republicanos seguidores de Trump se valdrán, y se valen ya, de la entrevista en la Casa Blanca para “echarle agua a su molino” en las próximas elecciones del mes de noviembre. Resulta indudable que ahora es muy necesario buscar una “compensación” relativa con el partido demócrata, que hoy es favorito, según las más recientes encuestas, para llevarse el triunfo electoral en el próximo mes de noviembre. Tarea no fácil pero tal vez no imposible, en vista del talento político mostrado y reiterado por Andrés Manuel López Obrador.
Por lo pronto es verdad: con el viaje y sus resultados AMLO “se volvió a poner la banda presidencial”, según el acertado dicho de Porfirio Muñoz Ledo.