Johannesburgo. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, volvió a imponer el toque de queda nocturno y suspendió la venta de alcohol para hacer frente a un rebrote del nuevo coronavirus que podría saturar el sistema sanitario.
"A medida que avanzamos hacia el pico de infecciones, es vital no cargar nuestras clínicas y hospitales con lesiones relacionadas con el alcohol que podrían haberse evitado", dijo Ramaphosa, en un discurso al país emitido por televisión.
Para reactivar la economía, el gobierno decidió en mayo empezar a levantar las restricciones que impuso en marzo y permitió de nuevo la venta de alcohol para consumir en casa, algo que ahora quedará de nuevo prohibido.
Por su parte el toque de queda se aplicará entre las 21:00 a las 04:00 horas a partir del lunes, y estará prohibido visitar a la familia.
Según el presidente sudafricano, en las últimas semanas se registraron al menos 12 mil infecciones diarias —hasta 500 cada hora—, unas cifras que ponen en riesgo de saturación el sistema sanitario del país.
"Ahora hay evidencia clara de que la reanudación de la venta de alcohol ha resultado en una presión considerable sobre los hospitales, incluidos los traumatismos y las unidades de cuidados intensivos, debido a accidentes automovilísticos, violencia y traumas inducidos por el alcohol", dijo Ramaphosa.
Sudáfrica registró hasta ahora 264 mil 184 casos de coronavirus y 3 mil 971 fallecimientos.