Moscú. Los incendios que están devastando el norte de Siberia, donde se han registrado temperaturas récord, remitieron un poco esta semana, anunciaron el sábado los servicios forestales rusos que los combaten con nubes y explosivos.
Siberia registra desde enero temperaturas inusualmente altas en algunas zonas, lo que sumado al bajo nivel de humedad del suelo, han activado nuevos incendios después de los que devastaron la región el verano pasado, señaló esta semana el servicio europeo Copernicus sobre el cambio climático.
Desde mediados de junio, tanto el número como la intensidad de los incendios ha aumentado en el extremo noreste de Siberia y en menor medida en Alaska, según Copernicus, provocando la emisión de 59 megatoneladas de CO2 a la atmósfera, un récord para este mes desde el inicio de del registro de las medidas en 2003.
El servicio aéreo de protección de los bosques de Rusia informó que el sábado luchaba contra 136 incendios en 43.000 hectáreas, utilizando explosivos para contener las llamas y tratando de desencadenar la lluvia con la 'siembra' o bombardeo de nubes.
Sin embargo, se considera que la mayoría de los focos están demasiado lejos, con un total de 333.000 hectáreas en llamas en zonas donde los esfuerzos de los bomberos han sido interrumpidos.
Esta cifra es muy inferior a la registrada hace una semana por el servicio, con más de dos millones de hectáreas.
Las imágenes de satélite presentadas el sábado muestran que los principales incendios siguen produciéndose en Yakutia (Siberia oriental), que bordea el océano Ártico.
La región declaró el estado de emergencia el 2 de julio debido a los incendios.
La organización de defensa del medio ambiente denuncia la falta de financiación para el servicio encargado del mantenimiento de los bosques, que no puede garantizar una prevención adecuada de los incendios.