El País Vasco y Galicía, dos comunidades autónomas al norte del Estado español, celebrarán este domingo las primeras elecciones en medio de la pandemia del Covid-19, que se ha convertido en el principal escollo para la jornada electoral. Las previsiones de todos los estudios demoscópicos es que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el derechista Partido Popular (PP) conserver su hegemonía y retengan el gobierno.
Cuando estalló en España la crisis sanitaria del Covid-19, a mediados de marzo pasado, ya se habían convocado las elecciones autonómicas en ambas regiones, que se tuvieron que posponer a este domingo a raíz del confinamiento y las medidas de excepción. Una vez que la situación había mejorado, tanto en porcentaje de infectados como en número de hospitalizados y fallecidos, los gobiernos vasco y gallego y la Junta Electoral Central decidieron fijar este domingo como la fecha para los comicios.
En las últimas dos semanas, Galicia y el País Vasco han registrado diversos brotes de la infección, con lo que han tenido que confinar varias zonas y hasta se ha puesto en riesgo la celebración de los comicios. De hecho, tanto las autoridades gallegas como las vascas decidieron prohibir acudir a los centros de votación a todas las persona a las que se les ha diagnosticado el Covid-19, una cifra que asciendo a unas 800 personas. Al menos las registradas por los responsables sanitarias.
Al margen de la situación sanitaria, en el País Vasco todo indica que el actual presidente del gobierno autonómico, el “lehendakari” Íñigo Úrkullu, retendrá el poder, ya sea por mayoría simple -para lo que podría pactar con el Partido Socialista de Euskadi (PSE) o con otra formación de la izquierda- y las previsiones es que la segunda fuerza sea la coalición de la izquierda independentista EH-Bildu. También cabe la posibilidad, aunque más remota, de que una triple alianza entre Bildu-PSE y Unidas Podemos arrebaten el poder al hemegónico PNV. También todas las encuestas auguran un nuevo batacaza del PP y de Ciudadanos, y tampoco se contempla que la extrema derecha de Vox logre representación parlamentaria.
En Galicia el escenario es otro. El PP obtendrá, según las encuestas, una nueva mayoría absoluta, incluso se contempla que sea una de las más holgadas y cómodas de las últimas décadas. Con lo sería una victoria sin paliativos del actual presidente gallego y líder del PP en la región, Alberto Núñez Feijoo. En esta región se preve un avance del independentista Bloque Nacionalista Galego y una caída abrupta tanto del PSOE como de Unidas Podemos-Marea.