París. ¡Larga vida a las pasarelas! La primera Semana de la Moda de París en formato digital no convence ni a críticos ni a diseñadores, impacientes por recuperar en cuanto la situación sanitaria lo permita la "emoción" de los desfiles, por ahora irrepetible virtualmente.
"Nunca pensé que escribiría estas palabras": "Devuélvanme la pasarela", clama la influyente crítica de moda Vanessa Friedman, del New York Times, al hacer balance del pase de videos que arrancó el lunes con los desfiles de alta costura y continuó el jueves con la moda masculina.
La pandemia obligó a suspender la Semana de la Moda en París, pero sus firmas participantes fueron invitadas a presentar sus nuevas colecciones mediante videos de máximo 20 minutos.
Algunas crearon minipelículas, como Dior, que contó con el director italiano Matteo Garrone para recrear un cuento de ninfas y criaturas extraordinarias que fue visto más de 3.7 millones de veces desde el lunes en Instagram.
Otras se conformaron con videos breves, similares a un anuncio, para mostrar las contadas prendas que la pandemia y el parón de la actividad les permitió confeccionar, como fue el caso de Chanel (menos de 200 mil visualizaciones).
Bocetos y "teasers"
También hubo expresiones mínimas: Schiaparelli mostró sus bocetos dibujados por su diseñador Daniel Roseberry confinado en Nueva York y la Maison Margiela ofreció un "teaser" con la silueta de una mujer bañada en colores saturados, a la espera de terminar su colección (40 mil).
Virgil Abloh, director artístico de Louis Vuitton hombre y considerado una de las mentes más creativas del momento, se desmarcó una vez más de la regla: el "teaser" de su video con imágenes de un París habitado por personajes animados en el que no se revelan prendas nuevas - decidió presentar su colección el 6 de agosto en Shanghái -, fue visto más de 1.6 millones de veces en menos de 24 horas.
Pero en cuanto a la moda se refiere, la frustración fue la tónica general.
"Lo que este experimento digital reveló es que si bien la moda ha empleado durante décadas la música y los filmes para sus propios fines, cuando se revierte la ecuación, esta no funciona", sentenció Friedman.
"Abran la pasarela cuanto antes", coincidió Bridget Foley, del Women's Wear Daily.
"La Semana de la Moda digital pone de manifiesto hasta qué punto es relevante el desfile en directo, incluso esencial", agregó esta responsable editorial de la "biblia" de la moda, para quien el video no puede reemplazar "la placentera intimidad de estar realmente ahí".
"Lo siento, pero creo que (las firmas) lo pueden hacer mejor", afirmó por su parte a la AFP la crítica de moda Diane Pernet, asistente habitual de los desfiles en París.
Lo que la pantalla no muestra
Muchas firmas y diseñadores admitieron las limitaciones del formato digital, empezando por Dior, quien en junio salió en defensa de los desfiles físicos después de que Gucci y Saint Laurent cargaran contra el calendario "frenético" de la moda, en plena pandemia.
"El lujo es emoción y nada es tan emotivo como un pase real. La electricidad de ese momento creativo, los plazos, la adrenalina...", dijo el presidente de la firma de lujo, Pietro Beccari.
Kris Van Assche, director artístico de Berluti, subrayó también la "emoción" de un desfile, "la historia que uno puede contar en el lugar donde ocurre, con la música y la gente". Aunque "hay algo que un desfile no puede hacer y es poner pausa y explicar" la colección, puntualizó.
"Los desfiles físicos tienen que volver: las prendas, sus caídas, sus tejidos, tienen que verse", abogó por su parte Paul García, fundador de la firma española de moda masculina Oteyza.
Ahorro de tiempo
Pero no todo son desventajas, según Laurent Coulier, responsable de compras de ropa masculina en los almacenes franceses Galerías Lafayette y BHV Marais.
"Lo bueno es que ganamos tiempo", dijo a la AFP. En vez de correr de un desfile a otro durante todo el día en París, los videos permiten seguir con tranquilidad todas las marcas, "incluidas aquellas con las que no trabajamos todavía".
Aunque a la pregunta sobre si compraría una colección únicamente tras haberla visto online, Coulier se mostró prudente.
"Con el formato digital, uno no puede tocar ni sentir los tejidos... eso es lo que le falta".