Ciudad de México. El cierre de actividades por el COVID-19 provocó impactos en la cadena productiva del café, por lo cual la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en conjunto con la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (Amecafé), la Financiera Nacional de Desarrollo y FIRA, establecieron el Esquema de financiamiento emergente para café.
Este instrumento de financiamiento está dirigido a pequeños productores de café arábiga. Se trata de un crédito de 10 mil pesos por hectárea a productores de hasta tres hectáreas.
La Amecafé está poniendo las garantías, son 35 millones de pesos que provienen del fondo mutual de fideicomiso y se prevé beneficiar a entre 20 y 25 mil cafetaleros.
En conferencia de prensa en Palacio Nacional, Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Sader, Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Alimentación y Competitividad de la dependencia y Mariel Zamora, directora general de autosuficiencia alimentaria, detallaron que este esquema es para mantenimiento del cultivo.
Además la tasa de interés es “muy competitiva”, pues tiene una tasa de interés interbancaria de equilibrio (TIIE+6 puntos porcentuales, que disminuirá cuatro puntos porcentuales por pago oportuno de los créditos, recursos que se reembolsarán directamente a los productores.
Expusieron que la tasa llega 7 por ciento anual por pago oportuno y el plazo es de 12 meses. Además va con acompañamiento técnico para impulsar la productividad prácticas agroecológicas.
En el otorgamiento de este crédito participan agrupaciones, ello a diferencia de los apoyos gubernamentales que son directos al productor, esto es sin intermediarios.
Quienes podrán optar la crédito son beneficiarios del Programa Producción para el Bienestar, y los recursos son para invertir en sus cultivos ante los impactos económicos derivados del COVID-19. La finalidad es que puedan sostener su capacidad productiva.
Los beneficiados deben estar al corriente de sus obligaciones crediticias (con sus organizaciones).
La cafeticultura es una actividad estratégica. Son más de 500 mil productores de 33 estados y alrededor de 480 municipios. De ellos 37 por ciento son mujeres.
Nueve de cada 10 cafeticultores son de pequeña escala, es decir tienen menos de dos hectáreas y el 65 por ciento pertenecen a municipios con población indígena.