Madrid. El traslado a México del ex director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya está en manos de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol, en sus siglas en inglés), que ya fue notificada de la vía libre para activar el dispositivo para su entrega a las autoridades mexicanas.
El día y la hora del traslado se mantiene en un hermético secreto, entre otros motivos, por la seguridad que rodea al caso y por garantizar la integridad tanto del detenido como de los agentes policiales que custodiarán hasta que se formalice la entrega en territorio nacional.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de España ya notificó, de manera formal, a la Interpol que el auto en que el que se autorizó la extradición de forma voluntaria del detenido “ya es firme”, según informó una fuente del tribunal español, que además confirmó que esta notificación ya fue entregada a las oficinas en España de la Interpol. Esto quiere decir que a partir de ahora, el traslado de Lozoya a México dependerá tanto de los agentes policiales del organismo internacional como de los cuerpos de seguridad tanto de España como de México, al tratarse de una operación que requiere de coordinación tanto para el traslado como para el viaje y la entrega.
Cabe recordar que el auto se emitió el pasado lunes y a partir de entonces había un plazo de tres días más para que se hiciera firme, dejando un margen de que se presentara algún recurso de alegación o de amparo. Al no presentarse ningún impedimento, finalmente se formalizó el contenido del auto cinco días después, con dos días de retraso, entre otros, motivos por la lentitud con la que está actuando la justicia española desde que irrumpió la pandemia del Covid-19.
El regreso a México de Emilio Lozoya Austin es inminente. El que fuera director general de Pemex durante el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto y uno de los hombres más cercanos al ex mandatario está a punto de terminar la fuga que inició en mayo de 2019, cuando una vez que se vio cercado por las acusaciones en su contra por varios casos de corrupción decidió emprender la huida y convertirse en un prófugo de la justicia.
Después de permanecer casi nueve meses en calidad de desaparecido, Lozoya Austin fue detenido el 13 de febrero en el sur de España, en un fraccionamiento de lujo llamado La Zagaleta, cuando se identificó falsamente como Jonhatan Solís, con una licencia de manejo emitida por las autoridades de la Ciudad de México. Una vez detenido, tras un operativo de la inteligencia española en coordinación con Fiscalía General de la República (FGR) e Interpol, el ex director de Pemex fue trasladado primero a la prisión de Alhaurín de la Torre y después a la de Madrid IV, en la localidad de Navalcarnero.
Una fuente de Instituciones Penitenciarias informó a La Jornada que “no se ha registrado aún ningún movimiento ni traslado”, pero que en cualquier caso si se llevara acabo éste “no se informará ni se hará público por razones de seguridad”.