Minneapolis. El juez que presidirá el juicio de los policías acusados de la muerte del afroestadounidense George Floyd en Minneapolis les prohibió este jueves a ellos y sus abogados hablar de ese caso emblemático.
El magistrado impuso la llamada cláusula de la mordaza (gag order) después de que los abogados de los agentes hablaran con medios de comunicación.
Según el juez Peter Cahill, esa decisión es necesaria porque las confidencias hechas a la prensa "aumentan el riesgo de influenciar a un futuro jurado" y "comprometen el derecho de todas las partes a gozar de un juicio equitativo".
Su orden también se aplica a los fiscales encargados del caso. El procedimiento penal estadounidense es muy estricto respecto a esta cuestión, ya que un juicio puede ser anulado si se demuestra que los jurados fueron influenciados por elementos externos a los debates de audiencia.
El 25 de mayo, Floyd, un ciudadano negro de 46 años, murió asfixiado por un policía blanco, Derek Chauvin, durante su arresto en Minneapolis.
Chauvin será juzgado por asesinato, y sus tres compañeros que participaron en la detención, por complicidad de asesinato. Todos fueron expulsados de la Policía al día siguiente de los hechos.
La importancia del proceso, cuya apertura está prevista el 8 de marzo de 2021, supera la cuestión de la culpabilidad de los cuatro hombres. Tras las multitudinarias protestas que sacudieron Estados Unidos a raíz de la muerte de Floyd, será también un juicio a la violencia policial y el racismo que imperan en la sociedad estadounidense.