Ciudad de México. Como consecuencia de la pandemia del Covid-19 acompañada de la paralización económica, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel global se redujeron 8 por ciento en lo que va del año, un nivel sin precedente, informó la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Edith Bayer, encargada del Programa de Eficiencia Energética en Economías Emergentes de la AIE, indicó que en medio de la pandemia global se esta viviendo una crisis económica que se enfrentará a una segunda ola de infecciones.

“Hemos visto en este año una baja en emisiones de CO2 mundiales, realmente impresionante. La AIE estima que en este año se observa un descenso en las emisiones de dióxido de carbono de casi 8 por ciento. Nunca se ha visto una baja de esta magnitud”, destacó.

Sin embargo, advirtió que este descenso en las emisiones de CO2 podrían ser temporales después de la reactivación económica y puede presentarse un rebote después de la pandemia del Covid-19, sino se plantea una estrategia de reducción sostenible.

Al participar en el Seminario: Revolución Sostenible: Energía Urbana: Retos y oportunidades a nivel estatal en México para lograr una transición energética sostenible, la representante de la AIE, afirmó que la década 2020-2030 es la clave para enfrentar el cambio climático.

En el encuentro organizado por Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), reconoció que hay incertidumbre sobre la profundidad y la duración de la crisis y la recuperación económica.

Edith Bayer subrayó la necesidad de alinear la recuperación económica acompañada de una mayor eficiencia energética que significa un uso de racional y eficiente de las fuentes de energía y una incorporación de fuentes limpias en la generación de energías más sustentables.

Por su parte, Cynthia Menéndez del WWF, señaló que de acuerdo con estimaciones de la AIE existe el potencial para reducir 40 por ciento las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) hacia el 2050.

En el caso de México la generación de energía eléctrica en 2030 podría alcanzar hasta el 18 por ciento de fuentes exclusivamente solar y eólica con lo que se reducirían alrededor de 698 millones de toneladas anuales de CO2.

Particularmente, al referirse a la Ciudad de México mencionó que existe un potencial solar para generar hasta el 48 por ciento de la energía eléctrica y satisfacer a 93 por ciento de la demanda residencial, según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).