El documento aclara que aunque no es objetivo del programa la calidad del cuidado infantil, sí es una oportunidad para avanzar en establecer acciones que brinden una atención más integral a las beneficiarias a través de, por ejemplo, capacitaciones para mejorar los cuidados en el hogar
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Indica que también se podrían pensar acciones de coordinación para reforzar las verificaciones en los establecimientos privados que brindan los servicios de cuidado infantil, y agrega que al ponerse en marcha este programa el año pasado, no se amplió el padrón, sino que se retomó a las madres que estaban en el anterior.
Refiere que el programa, además de buscar mejorar las condiciones de acceso y permanencia en el mercado laboral y escolar de las madres, padres solos o tutores, podría incidir en que el cuidado de los niños sea el adecuado para lograr buena salud, alimentación, educación, aprendizaje y apoyo familiar. Podría promover un enfoque no sólo de cuidado y atención, sino de desarrollo integral que considere la formación física, mental, emocional y social de los niños en condiciones de igualdad.
Menciona que para la focalización, la estrategia de cobertura debe priorizar la incorporación de madres que residan en localidades indígenas, de alta y muy alta marginación. Además, se debe definir con claridad el calendario de entrega de órdenes de pago y cobro e informar a tiempo a las beneficiarias, ya que se detectó incertidumbre sobre las fechas de entrega.