El natalicio 113 de la pintora Frida Kahlo (1907-1954) se conmemora el lunes 6 de julio. El Museo Dolores Olmedo, institución que alberga la mayor colección de sus obras, le rendirá un homenaje por medio de una serie de actividades y datos curiosos, que compartirá en sus redes sociales a lo largo de una semana, hasta el 13 de julio, fecha de su deceso.
Entre las actividades planeadas se encuentran invitaciones y retos para armar rompecabezas digitales, completar juegos de destreza, imprimir y “vestir” a una muñeca recortable, caracterizarse de la pintora mediante un filtro para Instagram, escuchar listas de música inspiradas en su vida y obra, y sumarse a la iniciativa de recrear su imagen y la de sus cuadros con lo que tengan en casa.
Nacida en Coyoacán, a raíz de un accidente de tranvía sufrido a los 18 años de edad, Frida empezó a utilizar la pintura como un medio de expresión y catarsis ante las situaciones que le quejaban, aunque no tuvo una formación académica en artes.
¿Sabías que Frida Kahlo tuvo una amiga imaginaria?
— Museo Dolores Olmedo (@elolmedo_mx) July 6, 2020
"Debo haber tenido seis años cuando viví intensamente la amistad imaginaria con una niña (...) No recuerdo su imagen ni su color. Pero sí sé que era alegre, se reía mucho, sin sonidos. Era ágil."#FridaEnElOlmedo pic.twitter.com/8evr0St8YW
El ayudar a su padre, el fotógrafo Guillermo Kahlo, a retocar fotografías, le brindó una habilidad minuciosa para capturar detalles. En el retrato de Doña Rosita Murillo (1944) reproduce las texturas de la ropa del personaje.
Características constantes de su quehacer pictórico son el arte popular, la naturaleza, el cuerpo femenino y el empleo de colores vibrantes. Otro de los aspectos que se impone de las pinturas de Frida es su capacidad para retratar su mundo interior, al que tuvo que acudir constantemente por sus enfermedades, y por la intensa y agitada relación que mantuvo con Diego Rivera. También el uso del traje de tehuana, su amor por los animales, sus joyas y su arreglo personal forman parte del imaginario de la cultura mexicana.
Dolores Olmedo, a sugerencia de Diego Rivera, adquirió la colección de obras de Kahlo que había pertenecido a Eduardo Morillo Safa, amigo y vecino de la pintora. El acervo que resguarda el Museo permite apreciar desde creaciones muy tempranas, como el Retrato de Alicia Galant (1927) y El camión (1929) hasta cuadros realizados en el ocaso de su vida.