Ciudad de México. El camino para “la nueva normalidad” enfrenta obstáculos que dificultan la reinserción de los negocios a su actividad comercial regular, entre estos falta de liquidez, pago a trabajadores, adeudos y ventas con lento crecimiento, advierte, la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope CDMX).
“Considerando los costos como renta, servicios mantenimiento, productos, sueldos, materiales de limpieza y desinfectantes, la reapertura de un negocio pequeño con menos de 10 empleados representa en estos momentos una inversión mínima de alrededor de 44 mil 292 pesos, que sirven únicamente para operar en el primer mes de reactivación”, señaló Eduardo Daniel Contreras Pérez, presidente del organismo empresarial.
Para el empresario, “ante este panorama no es aceptable dejar a su suerte a los empresarios, sin ningún apoyo, la recuperación económica de los sectores de servicios, comercio y turismo que representan el 99.8 por ciento de las unidades económicas del país y que se encargan de generar el 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)”, agregó.
“Entendemos que existen una gran cantidad de cuestiones por atender que no les permiten a nuestras autoridades dar respuesta inmediata a las necesidades del sector, por lo cual hacemos un llamado más al diálogo para construir nuevas oportunidades a favor del sector”, indicó.
Esto se hace necesario en virtud de que tan solo cuando el confinamiento sanitario “había llegado a poco más de 50 días, el 80 por ciento de las empresas en la Ciudad de México ya estaban en una taza de ventas cero y había comenzado una cuenta regresiva para que aumentara el índice de desempleo, la deserción escolar, deudas, empleos esporádicos mal remunerados, informalidad, entre otras problemáticas”.
En ese momento dos de cada 100 empresas recibían respuesta positiva para ser beneficiarios de algún tipo de apoyo y si bien estas acciones por parte de las autoridades fueron bien intencionadas, no representaron una solución definitiva ya que el cierre económico se prolongó más de lo previsto dejando estás acciones sin el impacto esperado.
Brindar un crédito a empresas sin un esquema estructurado que les permita la posibilidad de producir y estar activas en el mercado, es un recurso casi perdido considerando también que gran parte de estas empresas estaban empobrecidas y con deudas, su panorama de acción para trabajar ese capital era nulo, agrega.
Indica que esta situación dificulta las posibilidades de pago de dicho crédito, sumado a ello, muchas de estas empresas no tienen ningún tipo de mecanismo alterno o tecnológico para facilitar el consumo a sus clientes, por lo tanto, sus ventas son cero a pesar del apoyo.