En América Latina y el Caribe el 80 por ciento de la población habita en las zonas urbanas y el transporte genera 15 por ciento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, causantes del cambio climático, además la mala calidad del aire ocasiona la muerte de 300 mil personas al año en la región. Ante ello, el transporte eléctrico es una opción, aunque aún incipiente ya que en México, hasta 2019, había apenas 305 vehículos eléctricos livianos registrados, Chile tiene unos 400, indica el reporte Movilidad Eléctrica del Programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas.
Indica que el transporte público es el segmento que se electrifica a mayor velocidad en la región por el aumento en la eficiencia de los autobuses eléctricos, la reducción en sus costos de operación y mantenimiento, así como la creciente preocupación por los impactos de las emisiones en la salud y el medio ambiente.
Indica que a nivel federal en México hay incentivos a vehículos eléctricos particulares como el que las unidades eléctricas, híbridas y de hidrógeno no pagan el impuesto federal sobre automóviles nuevos o el incremento del monto máximo deducible del Impuesto sobre la Renta, relativo a los pagos por uso o disfrute temporal de automóviles híbridos o eléctricos de hasta 285 pesos diarios.
Agrega que datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz reportó que entre 2016 y 2019, se registraron 305 vehículos eléctricos, mil 339 híbridos enchufables y 23 mil 964 híbridos convencionales, además de que el país cuenta con la mayor infraestructura de recarga de la región, con alrededor de dos mil centros de carga instalados en el territorio nacional.
El informe llamó a los tomadores de decisiones a priorizar la electrificación del transporte público en el futuro, especialmente a la hora de actualizar las viejas flotas de autobuses que recorren las grandes ciudades de la región. Advierte del peligro de un “bloqueo tecnológico” en los próximos años si las autoridades optan por renovar las antiguas flotas con nuevos vehículos de combustión interna que seguirán contaminando el aire de las ciudades y causado daños a la salud.